MEXICO.- El debate en torno al aborto continuaba el sábado en la Ciudad de México, mientras los sectores opuestos a éste amenazaban con imprimir carteles con los nombres de los legisladores que votaron a favor de su despenalización.
Por su parte, el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, dijo que no permitirá que los médicos de los hospitales municipales se nieguen a practicar abortos aduciendo objeciones de conciencia o morales.
Guillermo Bustamante, de la Unión Nacional de Padres de Familia, dijo a la prensa que su grupo planea imprimir carteles con los nombres e imágenes de los legisladores que votaron a favor de la despenalización de la práctica, junto a la foto de un feto abortado, como parte de un plan para lograr que se revierta su aprobación.
Ebrard dijo el viernes a la prensa que los médicos en este país de mayoría católica no tendrán otra alternativa que obedecer la ley, que permite el aborto en las doce primeras semanas de embarazo.
“No, en el caso de una ley, no, no se puede. Es decir, la objeción de conciencia es para otro tipo de hipótesis”, dijo Ebrad cuando se le preguntó si los facultativos podrían negarse a practicarlo. “Tenemos que atender a la población, es lo que nos ordena la ley”.
Ebrard, cuyo Partido de la Revolución Democrática apoyó la propuesta, no indicó si a los médicos que no quieran practicar abortos se les pedirá la renuncia o si se los trasladará a otras áreas.
Los comentarios de Ebrard parecieron en conflicto con una declaración formulada el jueves por el secretario de Salud de la ciudad, Manuel Mondragón, quien dijo que los médicos no podían ser obligados a efectuar abortos electivos.
En el resto de México —y en la capital hasta la promulgación de la nueva ley— el aborto se permite en casos de violación, deformidad severa del feto o si la salud de la madre está en riesgo, y se ha requerido a los médicos a efectuar el procedimiento en tales circunstancias.
La nueva ley, promulgada el martes por la legislatura municipal —la primera en México e infrecuente en Latinoamérica y el Caribe, donde solamente Cuba y Guyana han legalizado el aborto— abarca solamente los hospitales municipales, aunque también abre las puertas para clínicas privadas.
Al parecer la ciudad continúa definiendo los procedimientos pertinentes, en su primera implementación en la historia de México. Ebrard indicó que se preparaba una lista de instalaciones que ofrecerían el servicio.
La Iglesia católica ha sido uno de los sectores que más se ha opuesto a la nueva ley y sus autoridades han dicho que cualquiera que participe en este proceso podría ser excomulgado, incluidos los legisladores que aprobaron la ley, así como los médicos y enfermeras que participen en algún aborto, además de las mujeres que se sometan a éste.