CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI ofreció el lunes su respaldo al líder de los obispos en Italia, quien recibió una bala en su correo después de hacer comentarios que ofendieron a los homosexuales.
El arzobispo Angelo Bagnasco recibió el viernes un sobre que contenía la bala junto a una foto suya con una esvástica dibujada encima, señalaron fuentes que investigan el caso.
Esta fue la última de una serie de amenazas en contra del arzobispo, que incluye un grafiti con la palabra "Verguenza" y la frase "Ten cuidado, Bagnasco", tras los comentarios que realizó el 3 de marzo, en los que sus críticos afirman que comparó a la homosexualidad con el incesto y la pedofilia.
El Sumo Pontífice citó personalmente a Bagnasco para expresarle su solidaridad después de las amenazas, afirmó el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, un ex comunista, envió una carta al Vaticano asegurándole el apoyo del Gobierno tras "los graves episodios de intolerancia".
"Quiero asegurarle que Italia no dejará sólo a monseñor Bagnasco ante aquellas amenazas inadmisibles y viles", escribió Napolitano en su carta.
Bagnasco, quien se encuentra bajo resguardo policial pero todavía realiza sus labores habituales, ha señalado que las declaraciones que hizo en marzo fueron malinterpretadas y sacadas de contexto por la prensa.
Bagnasco dijo a empleados de iglesias: "?Por qué decir´'no’ a las formas de convivencia legalmente reconocidas que crean alternativas a la familia?, ?Por qué decirle 'no’ al incesto?", para ejemplificar su oposición a valores morales más relajados.
"?Por qué decirle 'no’ al partido pedófilo en Holanda?", agregó, en referencia a la facción Hermandad Holandesa de Amor, Libertad y Diversidad que desea legalizar la pornografía infantil.
El Papa Benedicto XVI nombró a Bagnasco como líder de los obispos en Italia en una conferencia en marzo, poco después de que el Gobierno italiano emitiera una proyecto de ley que garantiza ciertos derechos legales a las parejas no casadas, incluyendo a los homosexuales.
La Iglesia Católica se opone a la ley, que según dice socava la posición del matrimonio tradicional en la sociedad.