BANGKOK.- Científicos y representantes de unos 150 países definen en Bangkok las medidas que tendrán que introducirse en el suministro de energía, transporte, edificaciones, agricultura, industria y manejo de residuos para ayudar a combatir el cambio climático.
Casi todas las potenciales soluciones que los expertos del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) examinan, que plasmarán en el informe que preparan para Naciones Unidas, implican reducir obligatoriamente la quema de combustibles fósiles.
"El potencial económico para la mitigación de las emisiones de gases con efecto invernadero es notable en todos los sectores, y suficiente para contrarrestarlas o reducirlas a niveles por debajo de los actuales,” dice el borrador del informe que se prevé se hará público el próximo viernes, después de ser aprobado por consenso.
Además del mayor empleo de la energía nuclear con el fin de ayudar a reducir las emisiones de dióxido de carbono, los expertos sostienen también que el futuro pasa por el uso de los biocombustibles modificados genéticamente y la captura del CO2 mediante dispositivos especiales.
La opción de la energía nuclear, que sus defensores califican de "limpia,” se espera que desate protestas por parte de algunas organizaciones ecologistas internacionales, como es el caso de "Greenpeace,” que la considera insegura y económicamente inviable.
"La energía nuclear no se ha convertido repentinamente en segura y limpia. El legado de los residuos nucleares sigue sin ser resuelto y a diario ocurren accidentes en el mundo,” señaló Greenpeace.
En opinión de éste grupo ecologista, “la industria nuclear utiliza la excusa del cambio climático para salvar e incluso expandir su moribundo negocio”.
Según Greenpeace, en la actualidad hay construidos 441 reactores nucleares en 31 países, con Estados Unidos a la cabeza en cuanto al empleo de ese energía se refiere, seguido de Francia, Japón y China, que durante la próxima década planea levantar tres plantas nucleares cada año.
En cuanto a la opción de los biocombustibles, es acogida con preocupación por las organizaciones ecologistas, que alegan que su demanda causará una veloz expansión de los cultivos de aceite de palma y otras especies necesarias para esa producción, en detrimento de los bosques tropicales, como ocurre en Indonesia y en el Amazonas.
El borrador del informe del IPCC, creado en 1988, indica que para cada región del planeta existen diferentes y apropiadas tecnologías, y que la protección de los bosques es una solución de “coste efectivo”.
Una de las pocas opciones de ingeniería que barajan los expertos, sobre la cual no se ha se ha demostrado su eficacia, consiste en la construcción de torres que capturan el CO2 antes de que llegue a la atmósfera, y desde las que el gas es transportado hasta depósitos subterráneos o yacimientos situados en el lecho marino.
Los científicos del IPCC, la mayoría de ellos procedentes de países industrializados, consideran que el proyecto de las torres puede ser “potencialmente importante” en dos décadas, aunque China e India, dos de los países que más contaminan, ya construyen ingenios similares, pero menos avanzados y que de momento no dan resultados óptimos.
En el sector del transporte, que es la fuente de emisiones de gas que más rápidamente aumenta, destaca como opción la fabricación de los vehículos híbridos, que ya están el mercado, mayores impuestos y la mejora de los sistemas de transporte público.
Por lo que se refiere a la industria, el IPCC considera proponer que se impongan nuevos controles a los contaminantes como el metano, óxido nitroso y a los productos químicos que contribuyen al efecto invernadero.
Sobre el suministro de energía, el IPCC se inclina por una menor dependencia del carbón en favor del gas que es menos contaminante, y sugiere que la energía nuclear puede desempeñar un papel a corto y medio plazo.
En materia de agricultura, señalan los expertos que la mejora de la gestión del suelo rústico y los bosques, con énfasis en la reforestación y la evitación de la deforestación, ofrece una de las alternativas “más fáciles y baratas” para el ahorro de emisiones de gas contaminante.
Pero no se pronuncian sobre los países en vías de desarrollo con grandes recursos forestales, como Brasil e Indonesia, en cuanto a si deben ser compensados económicamente por no permitir la tala de sus bosques.
En su informe y en cuanto a la edificaciones, los expertos recomendarán que se siga el ejemplo de países como Alemania y Suiza, donde se aplican políticas destinadas a frenar la emisión de gases procedentes de los hogares.