La organización ya anunció una tregua hace 13 años, pero posteriormente fue responsabilizada de 20 asesinatos.
EFEBELFAST/LONDRES.- El grupo paramilitar protestante Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF) anunció que a partir de hoy abandonará la lucha armada.
La dirección del UVF dijo que aunque no entregará las armas, éstas se mantendrán "fuera del alcance" para los integrantes de la banda. Además, ya no se reclutará a más miembros ni continuará la formación militar.
"Hemos decidido estas medidas en un esfuerzo sincero por el regreso de la democracia para los norirlandeses", añadió el UVF. La banda pasará de ser una organización militar a convertirse en "una organización civil".
Se calcula que el UVF mató durante el conflicto de Irlanda del Norte a unas 500 personas. La organización ya anunció una tregua hace 13 años, pero posteriormente fue responsabilizada de 20 asesinatos.
El católico Ejército Republicano Irlandés (IRA) ya anunció en el verano de 2005 el fin de su lucha armada. Ahora, el paso del UVF se valora como una importante señal hacia el fin de la violencia que durante decenios ha asolado Irlanda del Norte.
Un portavoz del Primer Ministro británico, Tony Blair, celebró el anuncio del UVF como una muestra de que el proceso de paz está surtiendo efecto. No obstante, declaró que el gobierno esperará "hasta que (el abandono de la lucha armada) se refleje en la práctica".
Por su parte, el ministro británico para Irlanda del Norte, Peter Hain, dijo que "cada cual será juzgado tanto por lo que haga como por lo que diga".
Mientras, la Comisión Internacional Independiente para el Desarme (IICD) criticó que el UVF decida de forma unilateral lo que ocurra con sus armas. Para el IICD, la banda debería destruir su arsenal en colaboración con la comisión.
El anuncio del cese de la lucha armada llega tan sólo unos días antes de que Irlanda del Norte vuelva a contar con una administración propia, tras pasar cinco años bajo la tutela del gobierno central británico. El martes será nombrado el nuevo gobierno de unidad entre los unionistas protestantes y los católicos del Sinn Fein, hasta ahora encarnizados rivales.