MADRID.- La madre de Jamal Zougam, uno de los presuntos autores de los atentados islamistas del 11 de marzo de 2004 en Madrid, exculpó a su hijo al afirmar hoy en el macrojuicio por este caso que su hijo "durmió delante mío" en la mañana de los ataques contra cuatro trenes suburbanos.
"Me duele mucho, durmió delante mío y después han dicho muchas cosas de él", afirmó Aicha Achab, madre del marroquí Zougam, en la trigésimo primera sesión del macrojuicio abierto en febrero pasado en Madrid para determinar la autoría de los atentados.
Aicha Achab relató su vida y la de su hijo desde que llegó a España en 1980, antes de asegurar que en la mañana del 11 de marzo de 2004 Zougam "se levantó sobre las 10:15 horas, estuvo conmigo desayunando y viendo la televisión hasta las 11:00 horas".
Zougam había declarado el pasado 19 de febrero durante su declaración ante el tribunal, que el día de los atentados "me levanté alrededor de las 10:00, desayuné, me preparó mi madre el desayuno, y encendí la televisión", momento en que vio que se había producido un atentado.
El acusado, del que no se ha logrado conseguir ningún rastro biológico en ninguno de los lugares claves del caso, fue identificado por testigos oculares de los atentados como uno de los que colocó las bombas, y fue uno de los primeros detenidos tras los ataques de Madrid.
Las diez bombas colocadas en los trenes que se dirigían a la madrileña estación de Atocha desde Alcalá de Henares, a 35 kilómetros de la capital española, hicieron explosión sobre las 07:37 horas locales (05:37 horas GMT) matando a 191 personas e hiriendo a 1.824, según el acta de la fiscalía.
En la reanudación del juicio, la madre de Zougam añadió que su hijo no pertenece a ninguna corriente radical islámica.
Cuando Aicha Achab abandonó la sala del Tribunal, su hijo la despidió desde el habitáculo de cristal blindado, desde donde sigue el juicio, junto a otros principales acusados, con una sonrisa y un beso al aire.
Veintinueve personas, en su mayoría árabes, están siendo juzgadas en el macrojuicio que preside el juez Javier Gómez Bermúdez y en el cual la fiscalía pide una pena de 270.600 años de cárcel en total sólo para los siete principales acusados, entre los que figura Zougam, como uno de lo tres autores materiales que supuestamente colocó las bombas.