BUENOS AIRES.- Gloria Gaitán, hija del caudillo colombiano Jorge Eliécer Gaitán, fue el amor secreto del ex Presidente chileno Salvador Allende, de quien estuvo embarazada, declaró la mujer de 69 años al diario argentino "Clarín".
"Yo hubiera entregado mi vida si hubiera servido para que él se salvara", afirmó Gaitán, hija del caudillo asesinado en abril de 1948, cuya muerte hizo estallar una revuelta popular conocida como "Bogotazo", en alusión al nombre de la capital colombiana.
Gaitán reveló que estuvo embarazada de Allende, quien la llamaba "Indiecita mía", y que perdió el fruto de ese amor secreto estando en Bogotá, a donde huyó tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 en Chile.
La mujer llegó a Bogotá tras refugiarse en la embajada de Colombia en Santiago, después del bombardeo al Palacio de la Moneda, horas en las que el ex Presidente socialista se suicidó.
"No fue un embarazo no deseado. Allende quería tener ese hijo. El sabía que iba a morir y fue la forma de seguir viviendo en un hijo, un hijo hombre", contó Gaitán.
La mujer aseguró que su último encuentro con el ex Presidente fue el 9 de septiembre de 1973, dos días antes del golpe militar.
"Allende decidió invitar a mis hijas -María y Catalina- a almorzar el domingo 9 de septiembre a Tomás Moro (residencia presidencial). Fue muy lindo: las sentó a la mesa y les regaló un hongo de madera y una matrioshka (muñeca de madera) rusa", señaló al matutino.
Ese día, Gloria dejó la residencia por la tarde y regresó en la noche a pedido del ex Mandatario.
"Allende nos decía que moriría en la silla presidencial, que pelearía y no saldría vivo de La Moneda", recuerda.
Tras el golpe, Gloria escapó hacia la sede diplomática colombiana escondida en la maleta de un auto y llevó con ella un bolso donde ocultó los regalos que recibió de Allende, entre ellos tres ponchos y una tarjeta que decía "Para que sientas el calor del pueblo chileno", que aún conserva.
En otro cariñoso mensaje a Gloria que soportó el paso de tres décadas, el ex Presidente chileno escribió: "Aquí o desde el más allá yo siempre te hablaré".