Actualmente, los padres pueden conocer el sexo de sus bebés a través de las ecografías y alrededor de las 20 semanas de gestación.
APLONDRES.- Un polémico test que determina el sexo de los bebés a las seis semanas de gestación, fue puesto a la venta a partir de hoy por Internet, en medio de críticas por parte de grupos religiosos y a favor de la vida.
El kit, vendido por el grupo DNA Worldwide por 189 libras esterlinas (380 dólares), generó polémica porque los críticos afirman que puede hacer que los padres decidan abortos en caso de no estar contentos con el sexo del bebé.
La compañía fabricante rechazó las acusaciones y dijo que saber antes el sexo del bebé les permitirá a los padres planear con mayor anticipación la llegada del niño.
El test, llamado "The Pink or Blue Early Test Kit", es al parecer 99 por ciento certero y ofrece la devolución del dinero en caso de fallar en la predicción.
En la actualidad, los hospitales pueden informarle a una pareja sobre el sexo del bebé, pero sólo a partir de las 20 semanas de gestación.
Esos procedimientos se realizan a través de ecografías.
Sin embargo, David Nicholson, director de DNA Worldwide -el brazo británico de la compañía estadounidense Consumer Genetics Inc-, declaró que la mayoría de los padres están muy entusiasmados por la llegada del bebé y no quieren esperar hasta la vigésima semana de gestación del feto para saber su sexo.
Una vez que la futura mamá se realiza el test, debe enviar los resultados al laboratorio de la compañía para ser analizados y recibe por correo o a través del Internet la información.
El examen analiza el ADN del bebé en la sangre de la madre. Si encuentra el cromosoma Y, eso significa que será en un 99 por ciento de los casos varón.
En caso contrario, si falta el cromosoma Y en el ADN, la compañía "puede afirmar con igual confianza" que el bebé será una niña.
Julia Millington, del grupo Prolife Alliance, declaró que el nuevo test "hará que muchos padres opten por el aborto si no están de acuerdo con el género de su bebé".
Por su parte, Michaela Aston, de la organización pro-vida LIFE, destacó que el examen "es muy peligroso", ya que "inevitablemente" hará que muchos padres "simplemente opten por el aborto si el sexo del bebé no es el deseado".
Según la experta, esto ocurrirá en mayor grado en grupos de minorías étnicas donde los varones son más valorados que las niñas en la sociedad.
Gran Bretaña es uno de los países de la Unión Europea (UE) con mayor índice de abortos, ya que se practican más de 185.000 abortos por año y más del 80 por ciento se realiza cuando el bebé tiene menos de 13 semanas de gestación.