MONTEVIDEO.- Nueve departamentos de Uruguay han sido afectados por severas inundaciones -las peores en 50 años-, debido a la crecida de cursos de agua tras las torrenciales lluvias que se han registrado en los últimos días. Las inundaciones han provocado la muerte de dos personas y la evacuación de miles de habitantes de las zonas afectadas.
Pese a que el último boletín del Sistema Nacional de Emergencia (SNE) sitúa los evacuados en 5.273 personas, en la mañana de hoy las cifras -que no incluyen a los autoevacuados- se actualizaban al alza.
Los departamentos más golpeados son Durazno (centro), Treinta y Tres (este) y Soriano (oeste), aunque también Florida (centro-sur), San José (centro-oeste), Cerro Largo (este), Rocha (sureste), Río Negro (oeste) y Canelones (sur) se vieron afectados.
Los dos muertos se produjeron el domingo en Tacuarembó, cuando las aguas del arroyo Salsipuedes Chico arrastraron la camioneta en la que viajaba una madre de 34 años y su hijo de ocho.
En tanto, la central hidroeléctrica de Palmar, sobre el Río Negro, en Soriano, evacuaba ayer 9.818 metros cúbicos de agua por segundo, cuando la cota de la represa alcanzaba los 41,96 metros, según cifras de UTE, la empresa eléctrica estatal. El nivel de evacuación podría aumentar hoy si la represa alcanza los 42 metros.
Las maniobras en Palmar afectan severamente a Mercedes (capital de Soriano, 275 kilómetros al noroeste de Montevideo) y un aumento de la evacuación de agua amenaza a amplias zonas de la ciudad, donde ya hay cerca de 1.000 evacuados.
El comisario inspector José Pedro Rodríguez, del comité de emergencia de Durazno, informó que hay 3.522 personas evacuadas por las autoridades del departamento, pero que con los autoevacuados la cifra llega a 5.000.
Las aguas del Río Yí están en una cota de 12,60 metros y se espera que en las próximas horas comiencen a bajar, añadió Rodríguez.
El intendente de Treinta y Tres, Gerardo Amaral, dijo por su parte que la situación estaba mejorando, pues las aguas del Río Olimar habían descendido de 10 a 8 metros en la última jornada. Quedaban 500 evacuados por el gobierno local y 1.500 autoevacuados.
"La situación, que fue muy complicada, está controlada y se está organizando el operativo retorno, que es muy difícil por los peligros que conllevan los ofidios, los posibles accidentes eléctricos y las enfermedades", agregó Amaral.
El desborde de las aguas inundó las plantas potabilizadoras de agua en las capitales departamentales homónimas de Treinta y Tres y Durazno, así como en Mercedes, aunque en Treinta y Tres hoy ya no había problemas con el suministro de agua potable, dijo el intendente Amaral.
OSE, la empresa estatal de suministro de agua, se prepara para enviar camiones cisterna para abastecer a esas poblaciones, dijo su vicepresidente, Fernando Nopitsch, a radio El Espectador.
La ciudad se abastece actualmente con tanques de reserva, pero "una vez que se acaben, comenzamos a operar con camiones", dijo Nopitsch a la emisora.
Indicó que en Durazno y Mercedes consumen unos 6.000 metros cúbicos diarios de agua potable, y cada camión transporta 30 metros cúbicos.
"Ésta es la situación que tenemos. No es fácil", señaló Nopitsch, que recorrió las zonas afectadas en compañía del ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Mariano Arana.
En tanto, las autoridades monitorean la situación sanitaria en las zonas afectadas y entre los evacuados, para prevenir enfermedades.
La Dirección Nacional de Meteorología no pronostica lluvias hasta el viernes, las que afectarían sólo a las zonas costeras.
Las peores inundaciones en Uruguay ocurrieron en abril de 1959, cuando llovió durante un mes y poblaciones enteras quedaron bajo el agua, sin electricidad ni comunicaciones.