LONDRES.- Dos soldados británicos admitieron hoy ante un tribunal militar inglés, varios delitos relacionados con el tráfico de armas que supuestamente habían sido sacadas ilegalmente de Irak.
En una vista celebrada en los cuarteles de Catterick, en North Yorkshire, el soldado de primera Michael White se declaró culpable de cinco delitos de compra y venta de pistolas y munición, así como de un cargo de tráfico de cocaína. Por su parte, su colega del mismo rango Brent Campbell admitió haber intentado comprar dos pistolas semiautomáticas.
El fallo del tribunal sobre los dos soldados, integrantes del 3° Batallón del Regimiento de Yorkshire, se conocerá en una próxima audiencia, según señalaron fuentes judiciales.
A finales de 2006, tres soldados del mismo regimiento que sirvió en Irak y actualmente está acuartelado en Wiltshire (suroeste de Inglaterra), fueron condenados a la cárcel y expulsados del Ejército tras admitir que habían participado en un plan para sacar armas del país árabe con ánimo de lucro.
Un cuarto acusado rehuyó la pena de prisión, pero fue internado en un centro de detención militar.
En ese proceso judicial se explicó que los soldados habían comprado armas en el mercado negro iraquí sin autorización, y las habían sacado del país en vehículos militares con el objetivo de venderlas a otros soldados de su base en Alemania.
El soldado de primera Ross Phillips fue sentenciado a cinco años y ocho meses de cárcel por posesión ilegal de una pistola, mientras que el soldado raso Shane Pleasant recibió una pena de cinco años y cuatro meses por el mismo delito.
Su colega Ben Whitfield fue condenado a dos años y ocho meses por intentar obstruir a la Justicia, al tiempo que Robert Marlow tuvo que cumplir seis meses en un centro de detención tras admitir ese mismo cargo.
Hoy, White admitió haber vendido armas a Ross Phillip y Shane Pleasant, así como a otro soldado, Darren Clemie.
Campbell admitió intentar comprar dos pistolas semiautomáticas de White.
La mayoría de los delitos se cometieron entre mayo y julio de 2005.
En septiembre está previsto que empiece el juicio contra los soldados Darren Clemie y Anthony Creswick y el sargento James Malone, todos del mismo regimiento.