SAO PAULO.- El Papa Benedicto XVI ingresó hoy a las 10:53 horas locales (13:53 horas GMT) al Palacio de los Bandeirantes, sede de la gobernación del estado de Sao Paulo, para mantener una reunión con el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
El Papa y el Mandatario brasileño mantendrán un encuentro de 15 minutos, al que luego se sumarán el gobernador del Estado de Sao Paulo, José Serra y su esposa; el nuncio apostólico, Lorenzo Baldisseri, y la embajadora de Brasil en la Santa Sede, Vera Machado.
Según informó la Presidencia brasileña, Lula da Silva regaló al Pontífice tres tomos de una colección de pintura del artista local Cândido Pontinari, pintor modernista también conocido por su militancia en el Partido Comunista.
Benedicto XVI había dejado poco después de las 10:30 horas locales el monasterio de Sao Bento para dirigirse con un automóvil blanco, y no con el "papamóvil", hacia el Palacio de los Bandeirantes, donde lo esperaba el Presidente para un encuentro privado.
En un gesto no previsto por el programa, el Pontífice salió antes de dejar el monasterio al balcón blindado, como ya hizo anoche, para impartir la bendición a centenares de personas que lo esperaban en la plaza adyacente.
En una mañana soleada, pero con una inesperada temperatura de 10 grados centígrados en Sao Paulo, el Papa, vestido con un traje blanco y rojo, saludó a los fieles que querían ver su salida.
En una mañana soleada, pero con una inesperada temperatura de 10 grados centígrados en Sao Paulo, el Papa, vestido con un traje blanco y rojo, saludó a los fieles que querían ver su salida y que le gritaban ¡Benedicto! ¡Benedicto!
Fuentes periodísticas anticipaban hoy que "el Jefe del Estado está preparado a escuchar del Pontífice un discurso duro sobre el tema del aborto".
Luego del encuentro con Lula y con el gobernador de Sao Paulo, el Papa volverá al monasterio para reunirse con representantes de otras confesiones y para almorzar con los miembros de la Conferencia Episcopal brasileña.