APARECIDA.- El Papa Benedicto XVI hizo hoy un llamado a los católicos latinoamericanos para que permanezcan fieles a la Iglesia, subrayando que "vale la pena ser fiel, vale la pena perseverar en la propia fe".
El llamado lo hizo ante varias decenas de miles de personas que asistieron en el Santuario Mariano de Aparecida, el centro del catolicismo brasileño, al rezo del rosario y a un encuentro con sacerdotes, seminaristas, religiosos y diáconos de Brasil.
En un país donde las sectas evangélicas avanzan con gran fuerza, llevándose hacia ellas a miles de católicos, al igual como en México, Guatemala y Chile, entre otros países, Benedicto XVI -que en su encuentro con los obispos en Sao Paulo dijo cómo hay que volver a evangelizar- afirmó hoy que "la Iglesia es nuestra casa".
"Esta es nuestra casa. En la Iglesia encontramos todo lo que es bueno, todo lo que da seguridad y consuelo. Quien acepta a Cristo, camino, verdad y vida, tiene garantizada la paz y la felicidad en esta vida y en la otra. Por eso el Papa vino aquí, para rezar y decir con todos vosotros: vale la pena ser fieles, vale la pena perseverar en la propia fe", afirmó Benedicto XVI.
El Papa Joseph Ratzinger agregó que la coherencia en la fe necesita también una sólida formación doctrinal y espiritual, contribuyendo así a la construcción de una sociedad más justa, más humana y más cristiana.
El Obispo de Roma imploró al Espíritu Santo que ilumine los corazones y la fe de los hombres y mujeres de América Latina, "que sé que tenéis una gran sed de Dios".
El Papa pidió a la Virgen de Aparecida -la patrona de Brasil y en cuyo santuario inaugurará mañana la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe- que infunda en los "hermanos latinoamericanos" un verdadero "ardor misionero" para que sean propagadores de fe y esperanza.
Recibido con aplausos y vivas por los miles de presentes, que desde primeras horas del día hacían colas para lograr un buen sitio para el rosario de hoy y la misa de mañana, el Papa les dijo que estaba "feliz" de estar entre ellos.
"El Papa os ama, el Papa os saluda afectuosamente. Reza por vosotros e implora a Dios la bendición para los movimientos, asociaciones y nuevas realidades eclesiásticas. Desde aquí envío un saludo verdaderamente afectuoso para las familias. Os abrazo", afirmó Benedicto XVI, al que se vio relajado, contento y feliz por estar en tierras americanas.
También tuvo palabras de aliento para los sacerdotes misioneros, de los que resaltó las situaciones difíciles que tienen que afrontar, así como la generosidad, abnegación, sacrificios y renuncias.
Les pidió ser fieles en el ejercicio de su ministerio, que busquen la santidad y se entreguen completamente a Dios y a los hombres "gastando" su "vida y energías, promoviendo la justicia, la fraternidad, la solidaridad y el compartir".
El Papa aseguró que el buen testimonio de un sacerdote suscita admiración entre los fieles y es la mejor "promoción vocacional".
En la misma línea de lo dicho en estos días de estancia en Brasil, en su primer viaje a América, insistió en la necesidad de una evangelización "puesta al día".
El Pontífice resaltó, asimismo, la labor de los religiosos y religiosas, destacando el trabajo que hacen ayudando a los pobres y a los abandonados, o a través del silencio y la contemplación.
El rezo del rosario fue el último acto de una jornada en la que el Papa también visitó el centro para la rehabilitación de drogadictos Hacienda de la Esperanza, en la vecina localidad de Guaratinguetá, donde pidió a los traficantes y distribuidores de drogas que "reflexionen" sobre el mal que están causando a multitudes de jóvenes y adultos de todas las clases sociales.
Con gran energía, el Papa les advirtió: "Dios os pedirá cuentas de lo que estáis haciendo, la dignidad humana no puede ser pisoteada de este modo".
Este domingo el Papa oficiará la misa de inauguración de la conferencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y por la noche emprenderá su viaje de regreso a Roma.