WASHINGTON.- La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, partió hacia Rusia para reunirse con el Presidente de ese país, Vladimir Putin, en un esfuerzo por detener el progresivo deterioro de las relaciones entre Washington y Moscú.
Rice se encontrará con Putin, sus asesores en seguridad y con el canciller ruso, Sergei Lavrov, para sostener lo que funcionarios estadounidenses han calificado de conversaciones "extensas" el lunes y martes, en medio de una gran cantidad de disputas entre los dos países.
Su misión coincide con el peor momento de las tensiones Este-Oeste desde que el presidente estadounidense, George W. Bush, llegara al poder hace seis años, sobre todo por la expansión de la OTAN y la fuerza militar norteamericana hacia el ex bloque soviético, críticas de Washington a la democracia rusa y la preocupación del Kremlin por el empuje de la independencia de Kosovo.
Putin escaló la retórica la semana pasada durante un desfile militar en la Plaza Roja para recordar la derrota de la Alemania Nazi, cuando pareció comparar la política exterior de Bush con el "mismo desdén por la vida humana y las mismas legislaciones dictatoriales como en el Tercer Reich".
Estados Unidos pidió explicaciones, ante lo que funcionarios rusos aseveraron que no hubo relación entre los señalamientos de Putin y la política exterior norteamericana. Pero Rice, quien planea reunirse con Putin el martes, podría tener que escuchar duras palabras durante su estadía de dos días en Moscú.
Putin tomó una vía de mayor confrontación en febrero en Munich, donde atacó a Estados Unidos por ser un poder "unipolar" que ha hecho el mundo más peligroso al mantener políticas que han provocado guerras e inseguridad.
Posteriormente, el canciller Lavrov criticó a cancilleres de la OTAN por su expansión hacia las ex repúblicas soviéticas, según narró un funcionario estadounidense presente en la reunión en Oslo.
La molestia de Rusia surgió tras el anuncio de Washington de que llevaría un escudo antimisiles hasta Polonia y la República Checa. Estados Unidos asegura que busca una defensa contra Estados enemigos, como Irán, lo que también serviría a Rusia. Pero Moscú asegura que su propia seguridad está amenaza.
Además, un plan respaldado por Estados Unidos que se estudia en la ONU para otorgar independencia supervisada a la provincia serbia de Kosovo, ha caldeado aún más el clima.
Funcionarios del Departamento de Estado han señalado que Rice abordará todos estos temas en su viaje, diseñado para bajar la temperatura de las relaciones antes de que Putin y Bush se encuentren cara a cara en la reunión del Grupo de los 8 en Alemania el mes que viene.
Ello parece ser un tarea ardua, luego de que Rice asegurara el jueves ante el Congreso de su país que "la concentración de poder en el Kremlin es preocupante".