BEIJING.- Un maestro hongkonés del "feng shui" fue contratado por un tribunal del sur de China para eliminar la mala suerte que lo asolaba, después de que tres de sus jueces fueran condenados por corrupción, informó hoy la prensa local.
Según el maestro, el mal "feng shui" (creencias tradicionales usadas en la arquitectura y la decoración) fue el responsable de que los magistrados de la Corte Intermedia Popular de la ciudad de Shenzhen, en la provincia de Cantón, fueran juzgados y condenados por aceptar sobornos, dice el "Beijing News".
La "mala suerte" tenía tres causas: la entrada oriental daba a una chimenea que recordaba a la lápida de una tumba y tenía una escalera con once escalones (número desafortunado), mientras que la occidental estaba lastrada por el excesivo "Ying" (fuerza lunar o femenina).
Para contrarrestar estas influencias negativas, se redujeron los escalones a nueve y se erigieron dos leones de piedra en la puerta oeste para contrarrestar el excesivo "Ying", según el influyente diario estatal sobre leyes "Democracia y Legislación".
China ha tratado en los últimos años de combatir a los adivinos y echadores de fortuna, porque propagan la superstición y violan el espíritu científico, incluidos a los tradicionales maestros de feng shui (literalmente, "viento y agua").
Sin embargo, la influencia de este sistema nacido hace 3.000 años y que enseña a diseñar el espacio, escoger los colores o los muebles para conseguir el equilibrio, ha traspasado las fronteras del país, y sus indicaciones se han seguido en edificios de todo el mundo.
El feng shui se basa en tres pilares: la energía que se siente, pero no se observa (chi); las propiedades opuestas (yin y yang) que representan actividad y quietud, luminosidad y oscuridad, masculino y femenino; y los cinco elementos de la naturaleza.