BRASILIA.- Tras la visita que el Papa Benedicto XVI realizó a Brasil -marcada por discusiones sobre el aborto y la influencia de las iglesias pentecostales-, el Presidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que el Estado laico garantiza la democracia y la convivencia de religiones en Brasil.
El carácter laico del Estado "está en nuestra Constitución", dijo Lula en su programa semanal de radio.
"Además, es importante que en Brasil tengamos siempre como principio respetar las más diversas religiones existentes. Hay muchas religiones en Brasil y debemos convivir de la manera más respetuosa y democrática posible. Por lo tanto, estoy convencido de que el Estado laico es una garantía de sustento democrático", subrayó Lula.
El Mandatario, quien el jueves mantuvo una audiencia de cerca de una hora con el Papa, apreció el compromiso del Sumo Pontífice con asuntos sociales como la violencia y la pobreza, y dijo que le pareció mucho menos "conservador" de lo que creía.
"Decían que el Papa era sumamente conservador y que quería hablar solamente de temas conservadores, cuando en verdad tuvo un comportamiento de mucho compromiso con las cuestiones sociales", dijo.
"El Papa se mostró preocupado por conocer los problemas de Brasil de cerca y tuvo varios pronunciamientos en los cuales planteó críticas profundas en la cuestión de la criminalidad, de la violencia, del abandono social al que están sometidos los pobres del mundo", sostuvo Lula.
Benedicto XVI concluyó ayer una visita de cinco días a Brasil, en la que reafirmó los valores tradicionales de la Iglesia, criticando la despenalización del aborto y exhortando a los jóvenes católicos a mantener la castidad hasta el matrimonio.
También mostró preocupación por el avance de los credos neopentecostales, a los que calificó de "sectas" que llevan a cabo un "proselitismo agresivo".
Asimismo, reafirmó que el catolicismo no es una "ideología" y llamó a los sacerdotes a mantenerse apartados de actividades políticas, sin renunciar a su compromiso con los pobres.