WASHINGTON.- El vice procurador general de Estados Unidos, Paul McNulty, atrapado en el medio de un escándalo por el despido de fiscales federales, renunció el lunes citando razones financieras familiares.
En una carta al procurador general, Alberto Gonzales -quien enfrenta pedidos de renuncia por el mismo escándalo-, McNulty dijo que dejará el cargo "en una fecha a ser determinada a fines del verano (boreal)".
McNulty es el último funcionario de alto rango del Departamento de Justicia en renunciar desde marzo, cuando el Congreso ahora controlado por los demócratas comenzó a investigar una controvertida decisión del Departamento de despedir a ocho de los 93 fiscales federales el año pasado.
El renunciante dijo al periódico The Washington Post que la crisis política sobre el despido de los fiscales, inclusive su papel al dar información inexacta al Congreso, no influyó en su decisión de alejarse del puesto tras desempeñarlo durante 18 meses.
"Ha sido un gran tema en los últimos meses, pero el momento escogido es realmente por otras cosas", declaró McNulty al diario.
El Gobierno ha insistido en que la decisión de echar a los fiscales fue justificada, aunque estuvo mal manejada. Los investigadores parlamentarios están tratando de determinar si los despidos fueron motivados políticamente.
De acuerdo a documentos divulgados por el Departamento de Justicia, asistentes de Gonzales dijeron que el procurador estaba decepcionado por el testimonio que McNulty dio en el Congreso en febrero.
McNulty testificó que sólo al fiscal federal en Arkansas se le permitió dejar el cargo para otorgárselo a un ex asistente de la Casa Blanca, mientras que los otros fueron cesanteados por asuntos relacionados con su desempeño.
Cuando informaciones conocidas después sugirieron otra cosa, Gonzales dijo que tanto él como su segundo fueron malinformados por altos asesores.
El senador demócrata Charles Schumer, uno de los que presiona para que el Comité Judicial del Senado investigue los despidos, usó la renuncia de McNulty para criticar al Gobierno.
"Parece irónico que Paul McNulty, quien al menos trató de ser sincero con el comité, se vaya, mientras Gonzales, quien obstruyó la tarea del comité, aún está en el cargo. Este Gobierno nos debe algo mucho mejor", dijo Schumer.
La renuncia de McNulty sigue a la de la ex asesora del Departamento de Justicia, Monica Goodling, quien renunció abruptamente el mes pasado. Goodling, como consejera de la relación entre Gonzales, el Departamento y la Casa Blanca, estuvo involucrada en los despidos de los fiscales.
En marzo, Kyle Sampson renunció como jefe de personal de Gonzales tras reconocer que no informó con rapidez a otros funcionarios del Departamento sobre sus arreglos con la Casa Blanca sobre los despidos.
Michael Battle, el funcionario de Justicia que informó a los fiscales que estaban siendo despedidos, también renunció en marzo.