COLUMBIA, EE.UU.- Diez precandidatos republicanos a la Presidencia de Estados Unidos debatieron por segunda vez este martes, intentando cada uno posicionarse como el más apto para librar la "guerra contra el terrorismo".
El ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, atacó a sus rivales, luego de haber recibido él los principales golpes respecto a su ambigüedad en torno al derecho al aborto, en el primer debate hace dos semanas.
Los aspirantes a la Casa Blanca también atacaron a sus rivales del Partido Demócrata por su intención de hacer que las tropas estadounidenses abandonen Irak, e intentaron mostrarse cada uno de ellos como el más conservador en materia de recorte de impuestos, temas sociales e inmigración.
Giuliani respondió con vehemencia cuando el legislador Ron Paul pareció sugerir que la política exterior estadounidense de alguna manera propició los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001, que dejaron miles de muertos.
"Creo que nunca antes escuché algo así, y he escuchado algunas explicaciones bastante absurdas para el 11 de setiembre", dijo Guiliani, quien era alcalde neoyorquino precisamente durante esos atentados perpetrados con aviones de pasajeros secuestrados.
Por su parte, el ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, quien según varios observadores fue quien ganó el primer debate, también asumió una postura de línea dura.
"Alguna gente ha dicho que debemos cerrar Guantanamo. Deberíamos duplicar Guantanamo", dijo, refieriéndose al controversial campo de prisioneros en la base militar ubicada en la isla de Cuba, donde cientos de "combatientes enemigos" permanecen detenidos sin que sus derechos como prisioneros de guerra les sean reconocidos.
Cuando los candidatos fueron consultados sobre cómo responderían a un ataque terrorista en centros comerciales, y cómo interrogarían a los posibles cómplices de los asesinos, Giuliani respondió: "diría a la gente que tiene que hacer los interrogatorios que utilice cualquier método en el que pueda pensar".
"No debería ser tortura, pero todo método en el que puedan pensar", agregó.
Pero el senador John McCain, un ex prisionero de guerra en Vietnam que se ha enfrentado al gobierno de George W. Bush en relación a este tema, advirtió que la tortura sería más dañina que beneficiosa para Estados Unidos.
"Cuánto más daño físico se inflija a alguien, más esa persona va a decir simplemente lo que cree que quieres escuchar", argumentó.
Los rivales de Giuliani -uno de los favoritos a la candidatura republicana- lo atacaron en relación al aborto: un tema que es una cuestión de fe para el núcleo duro antiabortista republicano, respaldado por la derecha religiosa estadounidense.
"En última instancia creo en el derecho de las mujeres a elegir, pero creo que hay maneras para reducir los abortos", dijo.
Según muchos expertos, esta postura ambigua de Giuliani en relación al aborto le hará cuesta arriba su nominación republicana.
A la hora de atacar a sus rivales demócratas, McCain abrió el fuego, acusando a la oposición de arriesgar la seguridad estadounidense por pretender retirar las tropas de Irak.
"Debemos tener éxito y no podemos fracasar, y seré el último hombre de pie si es necesario", dijo.
"Si fracasamos en Irak, veremos como Irak se convierte en un centro para Al Qaida, el caos, el genocidio en la región, y nos seguirán hasta casa", argumentó McCain.
Romney también ubicó la guerra en Irak como parte de la lucha mundial contra el terrorismo.
"Los iraníes podrían tomar el sur chiita, y tal vez algo más aterrador: podríamos tener a Al Qaida jugando un papel dominante entre los sunitas y entonces tener un escenario mucho peor que Afganistán", explicó.
"No hemos perdido", dijo el senador por Kansas, Sam Brownback, en respuesta a las declaraciones del líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, quien declaró en abril que la guerra en Irak estaba ya perdida.
El debate también incluyó a otros candidatos con menos chance de ser nominados: el ex gobernador de Virginia, Jim Gilmore, el legislador por Colorado Tom Tancredo, el gobernador de Wisconsin Tommy Thompson, el representante Duncan Hunter y el ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee.
Otros posibles aspirantes, que todavía no han anunciado su candidatura, como el ex senador y estrella de televisión Fred Thompson, no estuvieron presentes en el debate.