MADRID.- Otros nueve presuntos islamistas que son juzgados por los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid, se declararon hoy en huelga de hambre, con lo que ya son 13 los acusados que adoptan la medida con el objetivo de protestar contra los cargos en su contra y que consideran injustificados.
Según informaron fuentes de la administración penitenciaria, al ayuno se sumaron hoy los presuntos autores materiales Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, así como otros siete inculpados acusados de pertenencia o colaboración con organización terrorista, en su mayoría marroquíes y presos en dos centros penitenciarios cercanos a Madrid.
Desde el 15 de febrero pasado, el tribunal juzga a un total de 29 personas, para los que la fiscalía pide en conjunto unos 270.000 años de prisión por su implicación en la matanza, que causó 191 muertos y más de 1.800 heridos.
El juez Javier Gómez Bermúdez, advirtió en la sesión de hoy que no permitirá que la huelga de hambre altere el desarrollo del proceso judicial y que, de ser necesario, los acusados en cuestión serán alimentados por la fuerza.
La protesta fue iniciada el 10 de mayo pasado por los tres presuntos ideólogos de la masacre, el egipcio Rabei Osman el Sayed, y los marroquíes Youssef Belhadj y Hassan el Haski, así como uno de los presuntos autores materiales, el también marroquí Abdelmajid Bouchar.
Expulsados
El Sayed y Belhadj no sólo se niegan desde entonces a comer, sino también a beber, por lo que su deterioro físico ya era visible en la sesión de hoy. Por esta razón, el juez Javier Gómez Bermúdez decidió expulsados de la sala donde se sigue el juicio.
El magistrado decidió en primer lugar la expulsión de Youssef Belhadj, que estaba recostado en uno de los bancos del interior de la sala blindada desde la que los acusados siguen el proceso, y ordenó que se le atendiera y que si era necesario se le hidratara.
Gómez Bermúdez ordenó a los agentes que sacaran de la "pecera" a Belhadj y que lo llevaran ante el médico forense para que lo examinara.
Posteriormente, el juez hizo lo mismo con Rabei Osman El Sayed, "Mohamed El Egipcio", quien estuvo en el habitáculo cubriéndose la cabeza con la chaqueta de chándal que llevaba puesta e hizo algunos gestos para demostrar su malestar.