BRATTLEBORO, Vermont.- Ha llegado la primavera a Brattleboro, una población del sureste de Vermont conocida por su cultura de "vivir y dejar vivir". Y mientras los árboles se van cubriendo de hojas, algunos residentes locales han comenzado a librarse de sus ropas.
Theresa Toney, una de las residentes, dijo que estaba cenando en un restaurante del centro de la población cuando descubrió la primera persona que salió a celebrar el clima primaveral vestida exactamente igual que como Dios la echó al mundo. Ella miró por la ventana del restaurante "y vi a un sexagenario caminando por la calle principal, totalmente desnudo", declaró Toney al periódico Brattleboro Reformer. Para la escandalizada dama, "eso se llama exhibicionismo".
En Vermont no hay ley alguna que prohíba andar desnudo en público. Tampoco a ningún miembro de la junta vecinal de Brattleboro se le ocurrió proponer una ordenanza en ese sentido.
El año pasado, Toney se convirtió en una de las más estridentes voceras de una campaña para prohibir a la gente que se pasee desnuda, luego que un grupo de adolescentes causó conmoción al hacer strip-tease en un estacionamiento del centro de la población.
Esta semana, Toney se presentó ante la junta que investiga quejas de los residentes, y exigió saber qué piensa hacer "acerca de esta conducta" que considera inapropiada.
Audrey Garfield, presidenta de la junta, dijo que ha hablado con el administrador de Brattleboro, y que podrían comenzarse a compilar quejas de residentes, para hacer algo al respecto.
Mientras tanto, algunos se preocupan por la imagen que tiene Brattleboro.
El reverendo Kevin Horion dijo que Brattleboro "desea dar la bienvenida a familias con niños pequeños", y los nudistas pueden afectar esa imagen.