GAZA.- Israel continuó sus mortíferos ataques aéreos en Gaza hoy antes de la madrugada contra el movimiento islamista Hamas, acusado por los servicios de seguridad palestinos de haber planificado un intento para asesinar al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas.
Estas acusaciones podrían agravar aún más la situación entre los dos grupos palestinos, cuyas tropas continúan enfrentándose cerca de los ministerios y las universidades en Gaza, donde las explosiones y los disparos se escuchaban el viernes por la mañana, a pesar de una tregua anunciada el miércoles.
En la ciudad de Gaza , muchos comercios permanecieron cerrados y las calles continuaban desiertas. Algunas ambulancias, con las sirenas encendidas, atravesaban rápidamente la ciudad para evitar encontrarse atrapadas en un tiroteo.
Hombres enmascarados y armados están apostados en los techos de los ministerios del Interior y de Finanzas, y alrededor de las universidades, así como del cuartel general de las fuerzas de seguridad y del Hamas, protegidos por bloques de hormigón y bolsas de arena. Los automóviles y los raros peatones son detenidos y controlados.
Antes de la madrugada, el ejército israelí lanzó un nuevo ataque aéreo contra miembros del Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica) cerca de la frontera con Israel y tiró al menos seis misiles, según testigos. Cinco combatientes murieron y seis personas que se acercaron a ayudar a las víctimas fueron heridas.
En total, 15 palestinos -13 miembros del Hamas y dos adolescentes- perdieron la vida en los ataques lanzados por la aviación israelí desde el miércoles en respuesta a los disparos de cohetes contra el sur de Israel desde el norte de la vecina franja de Gaza, que dejaron varios heridos.
El jueves, el ejército lanzó al menos cinco ataques, uno de los cuales destruyó el cuartel general de una fuerza armada dirigida por el Hamas en el centro de Gaza . El Hamas, que acusó a Israel de ayudar a las fuerzas de seguridad fieles a Abas en los combates, amenazó al Estado hebreo con atentados suicidas.
A pesar de la respuesta israelí, la mayor y más mortífera desde la conclusión de una tregua a fines de noviembre, los activistas palestinos continuaron tirando cohetes, ocho de los cuales estallaron el viernes en el sur de Israel, sin que se registrasen víctimas, según el ejército.
El Hamas y otro grupo radical palestino, la Yihad Islámica, se atribuyeron esos disparos.
Unos 15 vehículos blindados israelíes entraron en cinco lugares del norte de la franja de Gaza , de acuerdo con fuentes palestinas, y el ejército redesplegó baterías de artillería móvil hacia el territorio palestino.
"Una pequeña fuerza se encuentra en una zona cerca de la barrera de seguridad (entre la franja de Gaza e Israel ) con fines defensivos", explicó el ejército.
Mientras tanto, persistía la tensión entre los movimientos rivales del Hamas , del primer ministro Ismail Haniyeh, y el Fatah, de Mahmud Abas, y los combates continuaban, aunque con menor intensidad.
Desde que comenzó la nueva ola de violencia interpalestina, 48 personas perdieron la vida, en su mayor parte miembros de las fuerzas de seguridad fieles a Mahmud Abas, lo que pone en evidencia la superioridad militar del Hamas en la franja de Gaza.
Por otra parte, altos responsables de la seguridad acusaron al Hamas de haber tratado de asesinar a Abas.
"El presidente anuló el jueves su visita a Gaza debido al descubrimiento de un túnel, bajo la ruta de Salahedin (que atraviesa la franja de Gaza ), donde las Brigadas Ezzedin Al Qassam colocaron explosivos para detonarlos al paso de su convoy", según uno de ellos.
Sin embargo, el portavoz del brazo armado del Hamas desmintió, afirmando que "esas informaciones están destinadas a envenenar la atmósfera en la franja de Gaza ". Se trata de un enclave pobre, de 362 km2, minado por la violencia, donde viven hacinados cerca de 1,4 millones de palestinos.