NUEVA YORK.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, advirtió hoy que 8.000 personas mueren cada día a causa de enfermedades relacionadas con el Sida, a pesar del progreso logrado en el último año en la lucha contra la epidemia.
Así lo alertó en su intervención ante la Asamblea General, con motivo de la revisión de la Declaración de Compromiso de las Naciones Unidas en la lucha contra el Sida y el virus VIH, adoptada hace cinco años.
Ban Ki-Moon recordó que desde que se detectó el virus del Sida por primera vez, hace un cuarto de siglo, 65 millones de personas han sido contagiadas y 25 millones han fallecido por la enfermedad. Señaló que actualmente se mueren cada día 8.000 personas a causa de complicaciones relacionadas con esta enfermedad, mientras que existen 40 millones de infectados y el ritmo de contagio es de 12.000 personas diariamente.
"Estas cifras son impresionantes, pero ni siquiera consiguen transmitir la realidad completa y verdadera del Sida. No nos exponen las implicaciones humanas que supone para los directamente afectados, sus familias y sus comunidades", indicó.
Ban subrayó que los gobiernos renovaron hace un año su Declaración de Compromiso para combatir el VIH-Sida, con objetivos concretos alcanzables en 2010 en áreas como el tratamiento, la prevención, el cuidado y el respaldo a los afectados.
Cerca de dos millones de personas en países de ingresos bajos o medios ahora reciben tratamiento, mientras que en los lugares donde se han puesto en práctica campañas sostenidas de prevención se ha logrado reducir la prevalencia del VIH, anotó Ban.
"Sin embargo, la epidemia sigue extendiéndose. En los dos últimos años, el número de personas que viven con VIH ha crecido en todas las regiones del mundo", acotó.
"Si podemos aprender una lección en los últimos 25 años es que solo cuando trabajamos juntos con un posición unificada con gobiernos, sector privado y sociedad civil podemos derrotar el Sida", concluyó.
Por su parte, la presidenta de la Asamblea General, Sheika Haya Rashed Al Khalifa, manifestó que el mundo nunca será seguro a no ser que se aborde la pobreza, la injusticia y la desigualdad. "El VIH-Sida está relacionado con estas tres áreas. Es un problema creciente que provocará la muerte de más de tres millones de personas este año", afirmó.