BRASILIA.- La Policía Federal brasileña inició hoy una huelga de 72 horas, en reclamo de aumentos salariales acordados con el gobierno el año pasado y aún no cumplidos, informaron fuentes sindicales.
La Federación Nacional de la Policía Federal dijo que la medida de fuerza incluye huelgas de celo en los aeropuertos y en otras dependencias de esa institución, que es responsable de la emisión de documentos y de investigaciones sobre corrupción, entre otros asuntos.
En el aeropuerto internacional de Guarulhos, vecino a Sao Paulo, la revisión de los documentos y equipaje de cada pasajero demoraba hoy entre diez y quince minutos, cuando se trata de un trámite que no suele llevar ni la mitad de ese tiempo.
Una de las investigaciones que pueden sufrir atrasos con la huelga policial se refiere a una red de corrupción en la que aparecen políticos, empresarios y banqueros, entre los que figura el ministro de Minas y Energía, Silas Rondeau, sospechoso de recibir comisiones de una empresa implicada en fraudes contra el Estado.
"La pericia andará a paso lento durante los próximos días", dijo el presidente de la Asociación Nacional de Peritos Criminales, Octavio Brandao.
Según los sindicatos, los policías sólo se ocuparán de aquellos servicios considerados "esenciales", como la custodia de presos.
En el caso de la emisión de pasaportes, el trabajo se paralizó por completo durante la mañana de hoy.
El conflicto de la Policía Federal con el gobierno se arrastra desde mediados del año pasado, cuando fue pactado un aumento salarial del 30%.
Sin embargo, la subida aún no se ha hecho efectiva, lo que ya ha llevado a los agentes a paralizar sus actividades en otras dos ocasiones en lo que va de este año.
Según los sindicatos, el gobierno ha ofrecido cumplir esa subida salarial, pero en "tres cuotas", de modo de dividir el aumento en un 10% anual entre 2008 y 2010, lo que ha sido rechazado por los agentes.
La huelga que comenzó hoy y deberá seguir hasta la medianoche del próximo jueves, estaba inicialmente programada para el pasado 9 de mayo, pero fue aplazada en "respeto" a la visita que inició ese día el Papa Benedicto XVI.