BAGDAD.- El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) afirmó que necesita 42 millones de dólares para ayudar a los niños iraquíes en ese país o a los refugiados en Jordania o en Siria, según un comunicado publicado este miércoles.
"Las condiciones de vida de los niños iraquíes afectados por la violencia y los desplazamientos han llegado a un nivel crítico (...). La organización necesita 42 millones de dólares para llevar en los seis próximos meses la ayuda necesaria los niños en Irak, así como a los que huyeron con sus familias a Jordania y Siria", explicó la organización internacional.
"Los planes están listos para llegar hasta los niños más vulnerables y entregarles una ayuda humanitaria básica, agua y educación, en particular para los niños desplazados y los que viven en las zonas más violentas del país", indicó Daniel Toole, jefe de las operaciones de urgencia en el seno de la Unicef, citado en el comunicado.
Las condiciones sanitarias en Irak se han degradado desde la invasión de 2003, el sistema de abastecimiento de agua y el sanitario, que ya estaban en mal estado, resultó gravemente dañado.
"Irak no es lo bastante seguro como para llevar asistencia completa a algunas zonas, pero es posible ayudar a gran parte de los niños", agregó Toole, citando como prueba un reciente programa de la Unicef y de la Organización mundial de la salud contra el sarampión, las paperas y la rubeola.
El programa permitió vacunar a 3,6 millones de niños, es decir 90% del objetivo fijado. Las operaciones de los equipos humanitarios en Irak están muy limitados desde el atentado contra la sede de las Naciones Unidas en Bagdad en agosto de 2003, donde murieron 15 personas, y que provocóa un reducción drástica del personal.
La Unicef también quiere ayudar a los gobiernos jordano y sirio para entregar ayuda a los niños iraquíes presentes en su territorio y garantizar que tengan acceso a la salud, a la educación y sean protegidos de la explotación.
Desde 2003, casi el 15% de los iraquíes ha huido de sus hogares, buscando refugio en otras regiones del país o fuera de sus fronteras, lo que significa 4 millones de personas, la mitad de las cuales son niños, recordó la organización.