BOGOTÁ.- La guerrilla de las FARC pidió hoy al Presidente francés, Nicolás Sarkozy, intervenir ante el gobierno colombiano para que desmilitarice dos municipios del suroeste del país, con el fin de negociar allí un intercambio de secuestrados por guerrilleros presos.
"Sus buenos oficios en ese propósito serán definitorios para conseguir el regreso a sus hogares de doña Ingrid (Betancourt) y demás canjeables", dijo el número dos de las FARC Raúl Reyes, en declaraciones a la Agencia Anncol.
Según Anncol, que difunde información del grupo rebelde, Reyes señaló que "las FARC ratifican nuevamente al Presidente Nicolás Sarkozy y al pueblo francés, nuestro indeclinable compromiso con la búsqueda del canje de prisioneros".
Pero reiteró que para ello "es absolutamente indispensable contar con la garantía de los municipios de Florida y Pradera, libres de fuerza pública".
En sus declaraciones, el jefe insurgente manifestó también que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tienen "total voluntad" para encontrarse con los emisarios de los gobiernos de Francia, Suiza y España, "una vez dispongamos de favorables condiciones para recibirlos".
La ex candidata presidencial colombo-francesa, Ingrid Betancourt, integra un grupo de 56 secuestrados que las FARC quiere intercambiar con el gobierno colombiano por 500 de sus hombres detenidos.
El Presidente Álvaro Uribe rechaza la desmilitarización de los dos municipios que piden las FARC y hace algunos días señaló que estudia la excarcelación unilateral de cientos de guerrilleros detenidos.
A su vez, hace una semana ordenó a la Fuerza Pública liberar militarmente a los secuestrados, alentado por la fuga de un policía que permaneció secuestrado durante casi nueve años y narró las difíciles condiciones en las que vive el grupo de plagiados en las selvas del país.
El martes, en París, Sarkozy se reunió con el alto comisionado de paz del gobierno colombiano, Luis Carlos Restrepo, a quien le insistió que la liberación de Betancourt y de otros 55 rehenes en manos de las FARC, debía hacerse a través de un "acuerdo humanitario", según el Elíseo.