BRASILIA.- El director de un programa social de electrificación, que está bajo sospechas de fraude de algunas de sus obras, renunció al cargo alegando razones personales, informó hoy el Ministerio de Minas y Energía.
José Ribamar Lobato Santana presentó su renuncia ayer indicando que era por razones personales, señaló la oficina de prensa del Ministerio, según despacho del servicio oficial de noticias Agencia Brasil.
Hasta ahora no se ha informado quién reemplazara a Santana en la dirección del programa "Luz para Todos", lanzado por el gobierno en 2004 para llevar luz a remotas regiones del país.
El programa, que ya ha beneficiado a más de 130.000 familias sólo en asentamientos rurales, cayó bajo sospecha de ser uno de los utilizados por una banda dedicada al fraude de dineros públicos con obras de infraestructura y que desembocó en que la policía arrestara a 46 personas el 17 de mayo pasado.
Entre los detenidos estuvo Ivo Almeida Costa, asesor de Silas Rondeau, quien hasta el martes fue ministro de Minas y Energía.
Rondeau dimitió ante una avalancha de versiones en la prensa e indicios de la policía, en torno a que recibió en marzo por intermedio de Costa un soborno de 100.000 reales (unos 51.000 dólares) para favorecer a una empresa privada en una licitación de "Luz Para Todos" en el estado de Piauí, en el noreste.
Rondeau ha negado cualquier irregularidad o vinculación con la banda, cuyas operaciones implicarían a políticos y funcionarios de varios partidos, incluyendo de oposición.
El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien no se ha pronunciado públicamente sobre el caso, designó al viceministro Nelson Hubner para encargarse interinamente del Ministerio.
Versiones de prensa no confirmadas por el gobierno señalan que Marcio Zimmermann, actual secretario de Planificación y Desarrollo Energético, reemplazaría a Rondeau.
Zimmermann pertenece al mismo grupo político de Rondeau, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el más grande del país y el de mayor influencia en la coalición de 11 partidos en el gobierno, después del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.