WASHINGTON.- El Pentágono fracasó hoy en su nuevo ensayo de interceptación en el Pacífico de un misil de largo alcance, considerado decisivo para el desarrollo del polémico escudo antimisiles que Estados Unidos quiere extender a Europa del este, para preocupación de Rusia.
El ensayo fue interrumpido en el curso de su desarrollo a causa del funcionamiento defectuoso del misil objetivo, anunció la Agencia de Defensa Antimisiles estadounidense (MDA) en un comunicado.
"El blanco no alcanzó la altura suficiente como para ser considerado una amenaza, por lo que el Sistema de Defensa de Misil Balístico no lo buscó", dijo el teniente general de la Fuerza Aérea Henry Obering.
La MDA estaba probando su controvertido escudo antimisiles e intentaba derribar un misil de prueba de largo alcance lanzado en la isla de Kodiak, en Alaska, con un misil interceptor en la base aérea de Vandenberg, California, en la costa oeste de Estados Unidos.
La agencia estadounidense precisó que realizaría una "investigación completa para determinar la razón de ese funcionamiento defectuoso" y que tenía previsto repetir el ensayo este verano.
Rick Lehner, portavoz de la Agencia de Defensa de Misiles del Pentágono, indicó antes de la prueba que sería la segunda vez que se probaría el sistema con todos sus componentes operativos: una compleja red de radares, centros de comando y un misil interceptor coronado con un "vehículo asesino".
"Es un proceso continuo de pruebas en lo que llamamos condiciones operativas realistas", indicó Lehner.
"Tenemos un interceptor configurado operativo, lanzado desde un sitio operativo, utilizando personal operativo, con vehículos asesinos operativos", destacó.
El anterior ensayo de esta etapa del sistema de defensa antimisiles fue conducido en septiembre de 2006, pero la historia de este programa ha estado repleta de éxitos, errores y problemas técnicos.
La eficacia del programa de escudo antimisiles estadounidense, que Washington prevé extender a Polonia y la República Checa, es cuestionado por algunos científicos. Los críticos del proyecto alegan que el sistema es incapaz de distinguir una cabeza nuclear de un señuelo.
"Al realizarse (la prueba) en medio de un debate de presupuesto en el Congreso, el resultado de este ensayo servirá para evaluar la salud del programa", indicó David Wright, miembro de la Unión de Científicos Comprometidos.
"Pero la prueba dirá poco o nada sobre la capacidad del sistema para interceptar misiles reales", destacó.
Funcionarios del Pentágono han señalado que el sistema está diseñado para interceptar un ataque nuclear limitado de un Estado enemigo, como Corea del Norte, y que no está destinado a enfrentar arsenales más grandes y sofisticados como el ruso o el chino.