BAGDAD.- Ocho soldados estadounidenses perecieron en diferentes ataques registrados en Irak, convirtiendo al mes de mayo en uno de los más mortíferos para el ejército norteamericano desde el inicio de la invasión, en 2003.
El anuncio fue efectuado este domingo por fuentes militares estadounidenses.
En el peor de los ataques, tres soldados de la "Task Force Lightning" murieron y dos resultaron heridos cuando una bomba explotó al paso de su patrulla el sábado, en la provincia de Salaheddin, al norte de Bagdad.
Un soldado murió y otros dos fueron heridos en otra explosión el sábado al sur de Bagdad, donde asimismo un intérprete iraquí resultó herido.
Un marine murió el sábado durante una operación de combate, en la provincia de Al Anbar, foco de la insurrección sunita al oeste de Bagdad.
Otro soldado norteamericano murió y tres resultaron heridos al ser atacada su patrulla con bombas y armas ligeras el viernes cerca de Taji, al norte de Bagdad.
Finalmente, dos soldados perecieron y tres fueron heridos al explotar una bomba el miércoles al paso de su patrulla, al este de Bagdad.
Estos decesos elevan a al menos 101 el número de militares estadounidenses muertos en Irak en mayo.
Estas lamentables cifras para el país ocupante se dan cuando la Casa Blanca rechazó la reducción de la presencia de soldados en 2008.