LONDRES.- El sospechoso clave en el caso por la desaparición de la niña británica Madeleine McCann, el inglés Robert Murat, vio pornografía infantil en su computador, según se informó hoy.
Murat, de 33 años, visitó una serie de sitios de Internet de pornografía infantil.
El británico vive a metros del complejo turístico en Praia da Luz (sur de Portugal), donde Maddie, de cuatro años, fue secuestrada la noche del 3 de mayo pasado mientras dormía.
"Las pesquisas en el computador del señor Murat confirmaron un apetito insano por material muy horrible", declaró un portavoz de la Policía de Portugal.
"De todos modos, no hay vínculo entre lo que encontramos y la desaparición de Madeleine. Los agentes consideran que Murat tiene un historial sexual relevante para el caso", agregó.
Por su parte, el ex jefe de Murat Paul Titcombe, de 49 años, calificó al británico de un gran "fan" de la pornografía "y adicto a las mujeres".
Titcombe contó que Murat solía aterrorizar a sus compañeras mujeres de trabajo en la fábrica Bernard Matthews.
"Las mujeres lo detestaban", dijo el hombre.
Además, sugirió que el sospechoso podría tener "intereses insanos con niños".
Murat ha sido identificado como el único sospechoso en el caso por la desaparición de Madeleine, aunque no ha sido detenido por falta de evidencias.
Encuentro en el Vaticano
En tanto, el Papa Benedicto XVI aceptó entrevistarse esta semana con los padres de la niña, los médicos Kate y Gerry McCann, que han lanzado una campaña internacional para dar con el paradero de la menor.
Según la prensa británica, la audiencia general se llevará a cabo el próximo miércoles con la pareja, ambos devotos católicos.
Por su parte, la BBC de Londres informó que las autoridades policiales de Algarve han recibido cientos de llamados de personas que habrían visto al principal sospechoso del secuestro de la niña.
Los llamados se produjeron después que la Policía diera a conocer el perfil del hombre, de 1.75 metros de altura, peso medio y pelo negro.
El sospechoso fue visto la noche del 3 de mayo en los alrededores del complejo turístico de Ocean Club, en Praia da Luz, aparentemente llevando a una niña. Vestía una chaqueta y zapatos negros, y pantalones color beige.
Mientras, el príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa, Camilla, duquesa de Cornualles, se sumaron al pedido para que Madeleine sea liberada, y dijeron sentirse "muy preocupados" por la desaparición de la menor.
En la campaña intervino esta semana el futuro Primer Ministro británico, Gordon Brown, quien a través de diplomáticos del Foreing Office presionó a la Policía portuguesa para que diera públicamente más datos sobre el sospechoso.
Brown, con un hijo de la misma edad que Maddie, dijo sentirse muy entristecido por lo ocurrido y prometió ayudar a los McCann en su búsqueda.
El fondo de ayuda por Madeleine ya superó los 700.000 dólares, en tanto que se mantiene vigente la recompensa de unos 5 millones de dólares para aquellos que den información sobre el paradero de la niña.
Parte del dinero de la recompensa fue donado por celebridades y famosos del mundo, entre ellos la autora de Harry Potter, J.K. Rowling, el empresario Richard Branson y el futbolista David Beckham.