BESLAN, Rusia.- Mujeres que perdieron a familiares en la matanza de la escuela rusa de Beslan, reaccionaron hoy con furia en una sala de la corte cuando el juez otorgó la amnistía a tres policías acusados de no evitar el ingreso de hombres armados.
Los policías son los únicos oficiales sometidos a juicio por la masacre de 2004 en el sur de Rusia, en la que murieron 331 personas, la mitad de ellos niños.
Algunos sobrevivientes acusan a las autoridades de encubrimiento.
Cuando el juez comenzó a leer en voz alta una orden que otorgaba una amnistía a los oficiales de la policía, las mujeres comenzaron a interrumpir e intentaron acercarse al estrado, pero un guardia las detuvo.
Entonces, un grupo de aproximadamente 25 mujeres destruyó las ventanas de la sala del tribunal, dio vuelta muebles, rompió persianas y una bandera rusa, dijo un testigo.
El juez se retiró a una sala lateral y terminó de leer la orden sin los miembros del público presentes.
"La paciencia de las víctimas se ha acabado. Pensamos que el sistema de Justicia (...) nos está forzando a tomar esos pasos, porque no tienen interés en develar la verdad acerca de la tragedia de Beslan", dijo Susanna Dudiyeva, una de las mujeres.
Grupos de víctimas dicen que la operación para liberar a los rehenes estuvo mal hecha, y que el Gobierno y los tribunales esconden deliberadamente los errores de las autoridades.
Dudiyeva, quien perdió a un hijo en la toma y es una de las líderes del grupo activista Madres de Beslan, recalcó que el juicio a los tres policías fue una excusa diseñada para proteger a sus superiores de las responsabilidades.
La mujer agregó que su grupo no reconoce la decisión del tribunal porque no fue hecha en la sala de la corte y los acusados no estaban presentes: "El juicio debería continuar hasta que esté concluido, con los acusados presentes", dijo.
"Debería escucharse a todos los testigos, para determinar el nivel de culpa de cada uno y para encontrar todas las razones de este crimen y todas las razones de esta tragedia, para sacar lecciones de todo esto", añadió.
Hombres fuertemente armados tomaron la Escuela N° 1 de Beslan cuando aproximadamente 1.000 alumnos y sus padres estaban allí en una ceremonia para celebrar el primer día del año lectivo.
Los hombres armados, que fueron vinculados a la antigua insurgencia de la cercana región de Chechenia, asesinaron a la mayoría de los rehenes masculinos, dispusieron minas alrededor de la escuela y retuvieron a cientos a punta de pistola en el gimnasio del edificio.
Al tercer día de la toma, una explosión abrió el gimnasio y hubo una furiosa lucha armada entre las fuerzas de seguridad rusas y los hombres armados.
Algunos sobrevivientes alegan que la cifra de muertos fue tan elevada, porque las tropas rusas usaron una fuerza excesiva. Pero investigaciones oficiales no han responsabilizado a ninguna autoridad, diciendo que los que tomaron a los rehenes son los culpables del baño de sangre.