MOSCÚ.- Las madres de Beslan recordaron hoy a sus hijos mil días después de la matanza que se cobró la vida de 186 escolares el 3 de septiembre de 2004 y volvieron a clamar por justicia.
"Se han cumplido mil días desde que perdimos a nuestros hijos, pero aún no sabemos la verdad. No nos rendiremos. Los culpables deben pagar", declaró Ela Kesayeva, presidenta de "La Voz de Beslan", que acoge a una treintena de madres.
En un emotivo acto llamado "Mil Días sin Niños", esa localidad de la República de Osetia del Norte (Cáucaso) rindió tributo a los niños muertos en la escuela número 1, secuestrada por un comando terrorista chechén.
En torno a las 13:05 horas locales, las madres se congregaron en el gimnasio de la escuela número 1 de Beslan, el lugar donde fueron retenidos durante 52 interminables horas más de un millar de personas, entre profesores, padres y escolares.
"A las 13:05 horas del 3 de septiembre (2004) en este lugar se produjo la primera explosión, que supuso para muchos el comienzo del fin", declaró Susanna Dudieva, presidente de la organización mayoritaria "Madres de Beslan".
En ese lugar, actualmente en ruinas, las madres encendieron velas en recuerdo de los niños que perdieron la vida, pero también de los familiares y profesores (134), agentes de seguridad (10) y socorristas (3).
Anoche, las madres prendieron velas en cada una de las tumbas en el cementerio construido especialmente para los niños de Beslan, localidad marcada a sangre y fuego por el secuestro masivo y la confusa operación de rescate emprendida por las autoridades rusas.
El acto recordatorio se vio ensombrecido por la decisión de la Justicia de Osetia del Norte de sobreseer ayer el caso abierto contra varios altos cargos de policía de Beslan por "negligencia" a la hora de prevenir la matanza, lo que levantó las iras de las organizaciones de madres.
Al escuchar el fallo de boca del juez, las madres presentes en la sala montaron en cólera y comenzaron a romper ventanas, destrozar persianas e, incluso, desgarraron la bandera rusa.
Los policías, que se encontraban en arresto domiciliario, fueron puestos en libertad en virtud de la amnistía promulgada retroactivamente por la Duma (Cámara de Diputados de Rusia) en septiembre de 2006 en Chechenia y el resto de repúblicas y territorios del Cáucaso Norte.
Esta amnistía atañe a los crímenes cometidos en el marco de la operación antiterrorista lanzada por el Presidente ruso, Vladimir Putin, en octubre de 1999, cuando ejercía el cargo de Primer Ministro, y que se conoce como la segunda guerra chechena.
"Es inaudito. La Justicia rusa ignora nuestros derechos. Ya lo hemos dicho varias veces. Si es necesario, apelaremos a los tribunales internacionales", denunció Kesayeva.
Las madres adelantaron que recurrirán ante el Tribunal Supremo la decisión de la Justicia noroseta, al considerar que es "ilegal", ya que el juez no aplica la justicia, sino que cumple fielmente con los dictados políticos del Kremlin.
Kesayeva manifestó su esperanza de que después de marzo de 2008, cuando el actual Presidente ruso, Vladimir Putin, haya abandonado el cargo, las autoridades centrales se decidan a esclarecer lo ocurrido.
"Putin sabe que, como garante de la Constitución rusa, es también responsable de lo ocurrido en Beslan. Desde el principio, todos sus esfuerzos se dirigieron a defender a las fuerzas de seguridad y justificar su inoperancia", dijo.
Una comisión parlamentaria exculpó en diciembre pasado de toda responsabilidad a las autoridades rusas en la matanza, aduciendo que las fuerzas de seguridad no disponían de información sobre un posible atentado terrorista en Beslan.
El Parlamento ruso responsabilizó directamente de la matanza al comandante de la guerrilla separatista chechena, Shamil Basayev, que reivindicó el secuestro, y también al que fuera Presidente de la Chechenia independiente Aslan Masjadov, ambos abatidos posteriormente por las fuerzas rusas.
Los familiares de las víctimas, algunas de las cuales acusan a las autoridades de "crimen de Estado", consideran que los cuerpos de seguridad son los responsables de la matanza por apostar desde el principio por la fuerza como única solución.
Según un informe alternativo elaborado por el diputado ruso Yuri Saveliev, la policía de Chechenia conocía los planes del comando con tres horas de antelación.
Además, añade, un gran número de rehenes podría haber muerto como consecuencia de las explosiones de los proyectiles disparados por las fuerzas de seguridad rusas, mientras otro centenar cayó bajo el fuego cruzado al intentar huir del gimnasio de la escuela.