WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, propuso hoy que los 15 países que más contaminan en el mundo se reúnan y determinen hasta finales de 2008, una meta de emisiones de gases que producen el efecto invernadero.
Bush reveló la idea en un discurso sobre los planes de desarrollo internacional de Estados Unidos y en vísperas de la cumbre del Grupo de los Ocho (G8), que tendrá lugar la próxima semana en Heiligendamm (Alemania), donde el cambio climático tendrá un papel predominante.
La administración Bush se había negado hasta ahora a aceptar límites a las emisiones de gases contaminantes, como los marcados por el Protocolo de Kioto, y en cambio apuntaba al avance tecnológico como la solución del problema.
El plan revelado hoy incide en ese aspecto, al proponer la eliminación en los próximos seis meses de las barreras arancelarias que dificultan la difusión de tecnologías "limpias".
No obstante, también contempla establecer una meta mundial para reducir las emisiones a largo plazo, aunque ese acuerdo no llegaría antes de finales de 2008.
Para preparar el pacto, la Casa Blanca convocará a una reunión en Washington en el último trimestre del año, a la que invitará a 14 países que, junto con Estados Unidos, son responsables del 80 por ciento de la contaminación del mundo.
En la lista probablemente estarán China, India, Brasil, Australia, Sudáfrica, México, Corea del Sur, Rusia y las mayores economías de Europa.
El anuncio de hoy refleja un cambio de parecer en la Casa Blanca, que durante el primer mandato de Bush retiró la firma de EE.UU. del Protocolo de Kioto y se negó a hablar del calentamiento global.
Sin embargo, en su discurso sobre el Estado de la Unión en enero, el Mandatario por primera vez reconoció que el cambio climático era un "desafío serio".
El tema ocupará un lugar principal en el encuentro de Heiligendamm a insistencia de Alemania, que actualmente preside el grupo de los siete países más industrializados del mundo y Rusia, así como la Unión Europea.
La Canciller alemana, Angela Merkel, ha propuesto que los miembros del G8 se comprometan en su reunión del 6 al 8 de junio a limitar el aumento de la temperatura mundial a dos grados Celsius durante este siglo.
Asimismo, también pretende que en 2050 las emisiones de los gases que provocan el calentamiento terrestre sean la mitad que el volumen registrado en 1990.
Sin embargo, la Casa Blanca ha rechazado esas metas, según se ha filtrado a la prensa, por lo que los negociadores estadounidenses y de los otros países del G8 aún intentan ponerse de acuerdo en un texto de consenso.