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Santiago: Viernes 22 de noviembre del 2024 | Actualizado 01:05
BOGOTÁ.- La excarcelación del llamado "canciller" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Granda, fue pedida por el gobierno de Francia al Presidente colombiano, Álvaro Uribe, para que el rebelde apoye la búsqueda del canje humanitario, dijo el lunes Yolanda Pulecio, madre de Ingrid Betancourt.
"El gobierno francés fue el que insistió para que se liberara a Rodrigo Granda con el fin de distensionar un poco el ambiente y que se pueda llegar al acuerdo humanitario", señaló a Radio Caracol la madre de la ex candidata presidencial franco-colombiana, rehén de las FARC desde febrero de 2002.
Pulecio añadió que espera que el grupo armado "tenga un gesto de reciprocidad a ese pedido de Francia y acepte que Granda ayude" en la consecución del intercambio de 56 secuestrados -entre ellos Betancourt- por insurgentes presos.
La mujer indicó que dicho gesto podría ser la liberación de la fórmula a la vicepresidencia de Betancourt, Clara Rojas, y del hijo de ésta que nació durante su cautiverio.
"Su excarcelación es importante porque él era el 'canciller' de las FARC, uno de sus ideólogos; es un hombre inteligente y sería clave si quisiera ayudar", afirmó.
El 18 de mayo pasado, el Presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibió a la hija de Betancourt y a otros familiares de la dirigente, a quienes expresó que apoya el acuerdo humanitario.
Uribe, quien mantiene un permanente diálogo telefónico con Sarkozy para tratar el tema, puso en marcha el viernes un proceso para excarcelar a dos centenares de rebeldes con el fin de presionar un gesto recíproco de las FARC, que rechazan la iniciativa.
En un comunicado, la guerrilla calificó el domingo como una "farsa" y un "anuncio demagógico" la liberación de rebeldes, a quienes tildó de "desertores que traicionaron a las FARC y no pueden ser objeto de ningún canje".
Asimismo, reiteró su exigencia de que el gobierno desmilitarice temporalmente una región de 800 km2 en el suroeste del país para realizar allí las negociaciones, a lo cual se opone Uribe.
