CHICAGO.- La mayoría de las personas ha experimentado alguna vez un "deja vu", que consiste en la extraña sensación de haber vivido algo antes.
Ahora, investigadores identificaron la parte del cerebro responsable de estos episodios y creen que el hallazgo conduciría a nuevos tratamientos para condiciones relacionadas con la memoria.
Los expertos dijeron que las neuronas de un centro nervioso del cerebro llamado hipocampo hacen un mapa mental de los nuevos lugares y experiencias, y luego los almacenan para su uso futuro.
Pero cuando dos experiencias comienzan a parecerse mucho, estos mapas mentales se solapan y empiezan a hacerse borrosos.
"Un 'deja vu' ocurre cuando esta capacidad es desafiada", dijo Susumu Tonegawa, profesor de Biología y Neurociencia del Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Cambridge, cuyo trabajo fue publicado en la revista "Science".
Es simplemente un mal funcionamiento de la capacidad del cerebro para clasificar información nueva, mecanismo que se denomina memoria episódica.
"Es muy importante para un animal inteligente como el ser humano, porque sabe lo que está pasando a su alrededor y puede recordarlo luego", dijo Tonegawa.
El equipo de investigadores estudió a ratones genéticamente modificados para que carezcan de un gen en una zona específica del hipocampo llamada circunvolución dentada, que hallaron que era crucial en la formación de la capacidad para clasificar experiencias similares.
Los ratones que no tenían esta habilidad fueron trasladados de una jaula a otra similar y luego regresados a la primera. En una jaula, recibieron un impacto eléctrico en la pata. En la otra, no se produjo tal descarga.
Los roedores modificados asociaron ambas jaulas con el peligro y comenzaron a quedarse inmóviles cuando se los colocaba en cualquiera de ellas. No podían determinar en cuál de las dos se les ejecutaban las descargas.
Los ratones saludables rápidamente aprendieron la diferencia y sólo se quedaban inmóviles en la jaula peligrosa.
Cuando los investigadores analizaron la actividad cerebral de los animales, los roedores modificados genéticamente reaccionaron de modo similar ante ambas jaulas, mientras que la actividad del cerebro de los ratones sanos era diferente en cada caso.
Tonegawa indicó que el tipo de memoria que permite a las personas distinguir rápidamente diferentes rostros y lugares se deteriora con la edad.
"Dado que en base a nuestros resultados conocemos el sendero molecular y celular, hay una posibilidad de usar estos blancos moleculares para desarrollar un medicamento que mejore esta conexión", dijo el investigador.
Este es el caso particular de las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
El experto dijo que el estudio resuelve 35 años de debate sobre cómo el cerebro distingue entre lugares y experiencias similares.