ROMA.- Manifestantes chocaron hoy con la policía en el centro de Roma mientras el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, finalizaba una visita al Papa Benedicto XVI y a líderes italianos.
Horas después de que Bush discutió sobre la paz en Medio Oriente con el Pontífice y daba fin a reuniones con políticos italianos, la policía con equipos antimotines entró en acción y lanzó gases lacrimógenos a los manifestantes que les arrojaban botellas en el centro histórico de Roma.
Los manifestantes, algunos usando cascos de motos y pañuelos para cubrir sus rostros, rompieron el ventanal de un banco y voltearon mesas en algunas de las calles más famosas de Roma.
Varios policías y manifestantes resultaron heridos.
Los gases lacrimógenos inundaron la histórica Piazza Navona de Roma, escenario de una manifestación que en gran parte resultó pacífica.
Mensajes anti estadounidenses fueron pintados en algunas estatuas, y los restaurantes y comercios bajaron sus persianas.
El incidente ocurrió lejos de donde Bush se está hospedando, la residencia del embajador estadounidense, en otro barrio de la ciudad y en la otra ribera del río Tiber.
El momento más importante del día de Bush fue su primer encuentro con el Papa Benedicto XVI en el Vaticano.
Bush dijo más tarde que se sintió "sobrecogido" en presencia del Papa Benedicto XVI, quien instó al líder estadounidense a buscar una solución "regional y negociada" para conflictos de Medio Oriente como Irak.
Al dirigirse al jefe de la Iglesia Católica Romana de 80 años como "señor", en vez del tradicional "Su Santidad", Bush escuchó las preocupaciones del Papa sobre Medio Oriente y sobre las dificultades de los cristianos en Irak.
Compromiso para ayudar a África
Bush, quien mañana viaja hacia Albania, informó al Papa de sus esfuerzos por luchar contra el sida y la malaria en África, y contra el hambre y la pobreza.
También informó al Pontífice delante de los periodistas sobre la que calificó de "muy fuerte iniciativa del sida" de la cumbre del G-8 de esta semana, que prometió 60.000 millones de dólares para luchar contra enfermedades que causan estragos en África. Sin embargo, gran parte de esta ayuda incluye compromisos existentes.
Un comunicado del Vaticano dijo que Benedicto XVI y Bush habían hablado sobre Medio Oriente y la esperanza de la Santa Sede de "una solución regional y negociada a los conflictos que afligen la región".
"Es un placer estar con usted, señor", dijo Bush al Papa mientras se sentaba ante su escritorio privado en el Vaticano.
Ambos hombres comparten la misma opinión sobre temas éticos como el aborto y la eutanasia, pero están divididos sobre la guerra de Irak, que el predecesor de Benedicto XVI, Juan Pablo II, intentó evitar.
Cuando el Papa mencionó que Bush venía de la cumbre de potencias mundiales en Heiligendamm, el Mandatario estadounidense declaró: "Sí, su antiguo país, y fue un éxito (...) muchas opiniones diferentes, pero estuvo bien".
Al ser consultado sobre si su diálogo con el Presidente ruso, Vladimir Putin, había sido bueno, Bush contestó con una sonrisa: "Se lo diré en un minuto", refiriéndose a los periodistas, que estaban a punto de abandonar la habitación.