FARC dice que hijo de secuestrada merece otra vida

BOGOTA.- Raúl Reyes, el número dos de las FARC, admitió que el hijo que tuvo en cautiverio Clara Rojas -secuestrada junto a la franco colombiana Ingrid Betancourt y su vicecandidata a la presidencia colombiana- merece otra forma de vida, al igual que los de rebeldes nacidos en cárceles.

"El niño de Clara sí merece otra forma de vida como también la merecen los hijos de las guerrilleras nacidos en las cárceles del Estado, y los millones de niños hambrientos, enfermos y desamparados que deambulan por calles colombianas", aseguró el líder rebelde.

En una entrevista concedida al ex asesor de paz, periodista independiente y columnista Lázaro Vivero, que fue conocida por la AFP, Reyes admitió que el pequeño Emanuel de tres años, hijo de Rojas y de un miembro de esa guerrilla, si merece vivir en una situación distinta a la actual.
El anuncio de Reyes se da en momentos en que la abuela del bebé, Clara González, lleva a cabo una férrea campaña en la que pide la libertad del pequeño y de su madre en una carta pública, distribuida masivamente a través de Intenet.
Reyes también aseguró a los familiares de secuestrados que "mantiene la mejor voluntad" de enviar pruebas de supervivencia pero -precisó- "ante todo procuramos garantizar la seguridad de éstos antes que exponerlos a perecer víctimas del fuego" entre la fuerza pública y los rebeldes que los custodian.
Clara Rojas es una de los 56 rehenes de las marxistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que incluyen además a la franco colombiana Ingrid Betancourt, cientos de políticos, policías y soldados y tres estadounidenses, y que han propuesto canjear por rebeldes presos.
Rojas fue secuestrada junto con Betancourt, el 23 de febrero de 2003, cuando realizaban una campaña electoral en una región del departamento de Caquetá, en el sur del país. El año pasado un periodista reveló que había tenido un hijo con un guerrillero que la custodiaba.
Según dijo a mediados de mayo el suboficial de la policía John Frank Pinchao, quien escapó de un campamento en el que compartía el cautiverio con Betancourt y los tres estadounidenses, las FARC separaron a la secuestrada de su hijo y sólo le permiten verlo esporádicamente.