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Santiago: Sábado 23 de noviembre del 2024 | Actualizado 22:50
LA HABANA.- La eventual independencia de la actual provincia de Kosovo, apoyada con entusiasmo por Estados Unidos, es un "duro golpe" para la República de Serbia, aseguró en una columna de opinión el convaleciente mandatario cubano Fidel Castro.
El líder isleño, quien no ha aparecido en público hace 10 meses tras delegar el Ejecutivo por enfermedad en su hermano Raúl Castro, inauguró en marzo pasado un espacio escrito llamado "Reflexiones del Comandante en Jefe" y en el cual suele fijar posiciones sobre temas internacionales.
"Serbia recibe no sólo un duro golpe político, sino también económico", consideró Castro al recordar que Kosovo posee el 70% de las recursos no renovables de la región.
Minas de zinc, plata, bauxita, níquel y cobalto son algunas de las fuentes de abasto que perdería Serbia, quedándose en cambio con deudas por las inversiones en infraestructura de su actual provincia.
Durante el pasado fin de semana el Presidente estadounidense George W. Bush visitó Albania y desde allí insistió en la necesidad de la independencia de Kosovo.
La mayoría de los habitantes de la ahora provincia serbia son de origen albanés.
Castro lamentó la injerencia estadounidense en el Viejo Continente. "El espinoso problema de la independencia de una parte de Serbia es muy controversial en Europa, como antecedente que puede ser seguido en varios países por otras regiones que dentro de las actuales fronteras reclaman soberanía", comentó.
Paralelamente, el líder cubano hizo notar que algunas potencias occidentales excluyeron a Rusia del debate, tratando de ponerse de acuerdo en secreto y a las espaldas de Moscú.
En este sentido, Castro apuntó sus dardos contra Bush, a quien burlonamente calificó como un ser "necesitado de cariño" tras un viaje por Europa en el cual fue recibido con marchas de repudio masivas, salvo en Albania y Bulgaria.
En 1998 y 1999, Kosovo fue escenario de una guerra entre serbios y ciudadanos de origen albanés que concluyó cuando la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bombardeó posiciones serbias, obligando al gobierno de ese país a cesar la ofensiva contra los separatistas y retirarse.
Una administración de la ONU administra a Kosovo como un protectorado desde 1999.
