CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI expresó hoy su preocupación por la situación de los cristianos en Irak, pues sufren "material y espiritualmente", y se sienten "inseguros, agredidos y abandonados".
Los cristianos en Irak "se ven obligados a abandonar su país y buscar un futuro en el extranjero", afirmó el Papa durante su primer encuentro con el patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente, Mar Dinkha IV.
Benedicto XVI expresó su solidaridad con las comunidades cristianas que permanecen allí con "grandes sacrificios" y señaló que en estas circunstancias tanto los católicos como los asirios "están llamados a trabajar juntos".
En sus palabras, Joseph Ratzinger apuntó que aunque el camino hacia la unidad "parezca largo y laborioso", los cristianos deben unirse para "proclamar el testimonio de Dios".
En particular hizo referencia a las regiones del Este, "donde muchos creyentes miran a sus pastores con esperanza y expectativas".
Benedicto XVI resaltó los encuentros del patriarca de la Iglesia Asiria con su antecesor Juan Pablo II, y recordó su visita al Vaticano, en 1994, cuando ambas iglesias firmaron una declaración común para establecer un diálogo teológico.
Tras su encuentro con el patriarca asirio, el Papa se vio con la asamblea de la "Reunión de las Obras para la Ayuda de las Iglesias Orientales", donde hizo un llamamiento a las autoridades para que se unan "al deber de garantizar la paz a todos" y evitar "la discriminación religiosa, cultural, histórica o geográfica".
