CHICAGO.- Poner los sentimientos en palabras hace que la tristeza y el enojo sean menos intensos, informaron investigadores estadounidenses, en un hallazgo que explica por qué hablar con un terapeuta -o simplemente con un camarero- generalmente hace sentir mejor a las personas.
Expertos en temas cerebrales dijeron que hablar sobre los sentimientos negativos activa una parte del cerebro responsable del control de los impulsos.
"Esta región del cerebro parece estar involucrada (en la tarea de) poner los frenos", señaló Matthew Lieberman, investigador de la Universidad de California en Los Angeles, cuyo estudio fue publicado en la revista "Psychological Science".
El equipo observó imágenes del cerebro de 30 personas, 18 mujeres y 12 hombres de entre 18 y 36 años, a los que se les mostraron fotografías de rostros que expresaban emociones fuertes.
Los expertos pidieron a los participantes que calificaran los sentimientos con palabras como triste o enojado, o que eligieran entre dos nombres genéricos específicos como "Sally o Harry" para las caras.
Los investigadores descubrieron que cuando las personas optaban por la palabra enojado para calificar un rostro que lucía enfadado, disminuía la respuesta en la porción de la amígdala cerebral que maneja el temor, el pánico y otras emociones fuertes.
En cambio, lo que se activaba era la corteza prefrontal ventrolateral derecha, es decir la parte del cerebro que controla los impulsos.
"Ésta es la única región de todo el cerebro que está más activa cuando se elige una palabra sobre una emoción para la fotografía en lugar de optar por un nombre (propio) para la foto", indicó Lieberman.
El especialista dijo que otros estudios ya habían señalado que la misma región cerebral jugaba un rol importante en el control motriz.
"Si alguien está conduciendo y ve una luz amarilla, tiene que inhibir una respuesta para pisar el freno", dijo el experto. "Esta misma región ayuda a inhibir también las respuestas emocionales", añadió Lieberman.
Estos resultados modifican la idea tradicional de por qué hablar de los sentimientos ayuda a una persona.
"No se trata sólo de sentimientos profundos (...) Tiene que ver con el modo en que estamos construidos", concluyó.