FLORIANÓPOLIS.- Tres días encerrado en una diminuta celda y la certeza de que la policía chilena puede traerlo en breve de vuelta a Chile minaron el estado emocional de Rafael Maureira, según informó esta mañana la Policía Federal brasileña.
"Está muy abatido hoy", relató a "El Mercurio" el Delegado de la Policía Federal Marcelo Mosele, quien asumió la vocería del caso en Brasil.
"No habla con nadie", continuó la autoridad policial, para describir el difícil momento que enfrenta "Zakarach", definido por la prensa brasileña como "el mayor pedófilo de Chile".
La información confirma datos entregados en la víspera en el sentido de que el nivel depresivo del pedófilo causa inquietud e incluso despierta el temor de que se suicide.
Por lo anterior, fuentes policiales indicaron que se le quitaron los cordones de los zapatos y las sábanas que tenía en la estrecha celda de tres por tres metros en la que permanece recluido.
"Zakarach" está actualmente incomunicado ante la indignación que genera la presencia de un pedófilo en los otros reos, quienes lo han amenazado, dijo el jefe policial.
Mosele agregó que no se ha determinado todavía que Zakarach haya cometido algún delito en suelo brasileño, cuestión que puede ser decisiva, ya que de ello depende que sea enviado rápidamente a Chile o bien que se alargue su estadía en Florianópolis.
El jefe policial tenía día libre hoy, pero acudió igual a la repartición donde permanece “Zakarach”, una señal de la importancia que le está dando al caso la Policía Federal brasileña.
Reiteró que la voluntad de la policía es deportar a Maureira lo más rápido posible.
Mañana, adelantó, será un día clave porque van a estar todos los esfuerzos de la Policía Federal, junto a los de las altas autoridades del país, para que se llegue a una resolución lo más rápido posible.