Charles W. Lindberg murió a los 86 años en Minnesota.
AP
CHICAGO, EE.UU.- Charles W. Lindberg, uno de los marines que plantó la primera bandera estadounidense en la isla japonesa de Iwo Jima, en la Segunda Guerra Mundial, falleció el domingo en Minnesota a los 86 años.
Lindberg, el último sobreviviente de ese grupo de marines, pasó gran parte de su vida peléandose sobre una de las fotos más reproducidas de la historia estadounidense. El fotógrafo de AP Joe Rosenthal ganó un premio Pulitzer por esta fotografía de seis hombres clavando la segunda bandera en la cima del volcán.
La fotografía -reproducida en posters, estampillas y cubiertas de periódicos y revistas- se convirtió en un símbolo de valentía y victoria. Pero Lindberg estaba entre los críticos de la foto y luchó por rebatir el mito en torno a la misma.
Lindberg quería que la gente supiera que la batalla no había terminado cuando se clavó la bandera. Él fue seriamente herido una semana después y la batalla continuó casi un mes más, costándole la vida a casi 7.000 estadounidenses y 20.000 soldados japoneses.
También luchó por ser reconocido por su pelea en la escalada del Monte Suribachi para colocar la primera bandera.
Lindenberg cargó cinco galones de gasolina en la espalda y disparó dentro de los túneles donde se escondían los japoneses, mientras su patrulla se arrastraba hacia la cima de la montaña con la primera bandera.
"Dos de nuestros hombres encontraron un largo mástil allí", contó hace dos años a la Minnesota Public Radio. "Atamos la bandera al mástil, lo cargamos hasta el punto más alto que encontramos y lo levantamos. Entonces la isla cobró vida. Las tropas comenzaron a vitorear, las sirenas de los barcos a sonar, fue un momento de orgullo", relató.
Cuatro horas después colocaron una bandera más grande, y los marines capturados en la fotografía se convirtieron en héroes nacionales. Lindberg se enteró cuando volvió a casa, con un brazo destrozado.
"Cuando volví a casa y comencé a hablar sobre esto, me llamaron mentiroso y de todo. Fue horrible", recordó.
Lindberg siguió contando su historia y finalmente logró el reconocimiento que anhelaba, reuniéndose con el presidente Richard Nixon y más adelante con Bill Clinton.
También fue invitado a la inauguración del monumento a Iwo Jima en las afueras de Washington, pese a que fue realizado en base a la imagen de la segunda izada de la bandera.