JERUSALÉN.- El aún presidente israelí, Moshé Katsav, ha conseguido eludir una posible condena de prisión por delitos de violación gracias a un acuerdo fuera de los tribunales por el que se declarará únicamente culpable de acoso sexual.
El acuerdo fue alcanzado anoche entre los abogados del presidente israelí y la Fiscalía General, que ha aceptado borrar del escrito de acusación dos supuestos delitos de violación a funcionarias, informa hoy la prensa local.
A cambio de la declaración de culpabilidad, Katsav, que está eximido de sus funciones desde enero, ha conseguido también que la fiscalía no pida para él condena de cárcel por los otros delitos de los que es acusado, entre ellos acoso y obstrucción a la justicia.
El acuerdo establece que el Estado se conformará con la libertad condicional durante un tiempo que habrá de ser definido por los jueces, según distintos medios de prensa israelíes.
El expediente contra Katsav causó una tormenta política en Israel por la gravedad de los delitos de los que es sospechoso, y que llevaron a la Policía a confiscar por primera vez de la Residencia Presidencial equipos electrónicos y ordenadores.
El revuelo llegó a su punto más alto cuando hace unos meses, en una polémica comparecencia ante los medios de prensa, acusó a la opinión pública y a las instituciones judiciales de racismo, al perseguirle por su origen ’sefardí’ -es decir, por no pertenecer a las elites ’askenazíes’ centroeuropeas-.
Katsav nació en Irán y llegó de niño a Israel, un país donde sólo en la última década los que no son ’askenazíes’ han conseguido alcanzar las cúspides del poder.
El expediente del aún presidente todavía no ha llegado a los tribunales porque, como gobernante, tenía derecho a una audiencia preliminar con la Fiscalía, en la que sus abogados presentaron nuevas pruebas que disipan al parecer los cargos de violación.
Entre ellas está al parecer una carta escrita por una de sus supuestas víctimas en la que, después de haber abandonado su oficina, le felicita y da las gracias por la oportunidad de haber trabajado con él.
Ha sido en este proceso en el que las partes han alcanzado el acuerdo que exime al presidente israelí de los dos delitos de violación de los que era sospechoso.
La presión de la opinión pública y las amenazas del Parlamento de cesarlo ya habían forzado al presidente a pedir la exención de sus funciones en enero, hasta ser exonerado de toda sospecha.
De cualquier forma, será sustituido en el cargo el próximo 15 de julio al concluir su mandato de siete años, y en su lugar ocupará la residencia presidencial el veterano Simón Peres, elegido el pasado junio por el Parlamento.