11 de estos doce diputados fueron asesinados por la guerrilla colombiana.
AFPBOGOTÁ.- El gobernador del departamento colombiano del Valle del Cauca (suroeste), Angelino Garzón, les exigió hoy a las FARC que entreguen de forma inmediata y sin condiciones los cadáveres de los once diputados de esa región muertos en cautiverio.
Garzón formuló la exigencia en un enérgico discurso que pronunció ante el presidente Álvaro Uribe en un consejo comunal de gobierno que el jefe del Estado encabeza en el puerto de Buenaventura.
"Demando, como gobernador del Valle del Cauca, la entrega inmediata de los cadáveres de los once diputados, sin ningún tipo de condiciones", expresó el ex ministro de Trabajo y ex sindicalista Garzón.
El gobernador dijo que " no puede ser que para entregar un cadáver, que es un derecho a que lo tengan sus familiares (...), ahora vayan a poner condiciones ".
El viernes, el jefe de la llamada Comisión Internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes, sostuvo en un mensaje a la portavoz de las familias de los diputados, Fabiola Perdomo, que la pronta entrega de los despojos mortales dependerá de la disminución de las operaciones de la Fuerza Pública en la zona de los hechos, de la que no dio precisiones.
La responsabilidad que tienen las FARC es la de "entregar los cadáveres sin ningún tipo de condiciones", insistió Garzón.
Ratificó, igualmente, que los rebeldes tienen la responsabilidad de la muerte de los diputados, quienes habían sido secuestrados en abril de 2002 en el centro de Cali, la capital del Valle del Cauca.
"Aquí no hay responsabilidad compartida", afirmó Garzón, y dijo que los once políticos fueron víctimas de un "asesinato cruel, vil" a manos de los guerrilleros.
Las FARC aseguraron el pasado jueves, en un comunicado por Internet, que los diputados habían perdido la vida el 18 de junio último en un "fuego cruzado" con "un grupo militar sin identificar".
Otro edil que pertenecía a ese grupo de cautivos se salvó por no hallarse en el campamento de los hechos, cuyo lugar se desconoce.
La versión fue rechazada por el gobierno de Uribe, que acusó a los rebeldes por el asesinato masivo.
Los diputados estaban en el grupo de 56 rehenes que las FARC han pretendido canjear por más de medio millar de presos mediante la negociación de un acuerdo humanitario en un territorio desmilitarizado, exigencia que Uribe rechaza.
Entre los cautivos se destacan la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadounidenses, la primera secuestrada desde febrero de 2002 y los otros desde el mismo mes de 2003.