BEIJING.- El tren del Tibet, el más alto del mundo, transportó a 1,5 millón de pasajeros desde su puesta en servicio hace un año, indicó este lunes la agencia Nueva China.
Más de la mitad de esos viajeros eran turistas, precisó la agencia oficial.
Un último segmento, terminado el 1 de julio de 2006, permitió unir Lhassa, la capital del Tibet, al este de China, hasta Beijing o Shanghai.
Los detractores de este ferrocarril lo ven como un instrumento suplementario de colonización, 50 años después de la entrada de las tropas chinas a Lhassa.
Las autoridades de Beijing afirman por su lado que el impacto económico del tren más alto del mundo -cruza un puerto de montaña a más de 5.000 metros- es enorme para la región del Tibet, una de las más pobres de China.
Según el gobierno chino, el Producto Interno Bruto de la región dio un salto de un 13,2% en 2006.