Manifestantes repletaron las calles de Cali, localidad de la que eran oriundos los 11 ex diputados que murieron mientras estaban en manos de las FARC.
APBOGOTÁ.- Millones de colombianos cubrieron hoy de blanco el país, en una masiva manifestación para expresar su rechazo al secuestro, una protesta desencadenada por la muerte de 11 ex diputados rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El país se paralizó desde el mediodía. En las calles de ciudades y pueblos, los colombianos -vestidos en su inmensa mayoría con camisetas blancas- hicieron un alto en el lugar en que se encontraban y levantaron sus brazos batiendo pañuelos blancos.
En un hecho sin precedentes, toda la actividad aérea del país se detuvo por cinco minutos, al igual que el sistema masivo de transporte público de Bogotá, que detuvo sus autobuses para que los pasajeros sacaran por las ventanillas pañuelos blancos.
Al mismo tiempo, las campanas de los templos católicos replicaron, mientras las bocinas de los vehículos, sirenas y pitos retumbaron al unísono, en una manifestación sin antecedentes en este país afectado desde hace 40 años por un sangriento conflicto interno armado y con 3.143 secuestrados actualmente.
En Bogotá, una misa concelebrada por los obispos católicos en la Catedral Primada a la que asistió el Presidente Álvaro Uribe, marcó el inicio de la manifestación en la ciudad, donde se formaron cadenas humanas, con los manifestantes tomados de las manos.
El alcalde de Bogotá, el socialista Luis Garzón, había pedido a los bogotanos formar esa cadena como gesto de solidaridad con los secuestrados y tras un minuto romperla para simbolizar su libertad.
"Libertad sin condiciones ya" fue el lema de la manifestación, frase que fue impresa en las camisetas de sus protagonistas, encabezados por Uribe, quien se enfundó la prenda de vestir tras salir caminando del palacio presidencial.
Hasta los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, vestidos con sus togas negras, salieron a uno de los balcones del edificio del tribunal y batieron pañuelos blancos.
En la central Plaza de Bolívar, donde se concentraron los manifestantes, las pancartas condenaban el secuestro, demandaban a las FARC la liberación de los secuestrados y la devolución de los cadáveres de los políticos, al tiempo que pedían a Uribe no ceder "ni un centímetro de Colombia" para negociar con esa guerrilla.
Las FARC exigen la desmilitarización de 800 km2 en el suroeste del país para negociar allí el canje de 45 secuestrados por unos 500 de sus militantes presos.
En ese grupo de secuestrados -de un total de 765 en poder de esa guerrilla, según una ONG- se encuentran la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y decenas de políticos, militares y policías colombianos, algunos próximos a cumplir diez años de secuestro.
Astrid, hermana de Ingrid, se quejó de que en la Catedral se hubiera desplegado una pancarta pidiéndole "firmeza" a Uribe.
"Nos parece que la política no tiene nada que hacer en la iglesia. Y si nosotros podemos decirle algo al Presidente es: "Sí señor Presidente, firmeza sí, pero en el objetivo de lograr la liberación de los secuestrados'".
La expresión más sensible de la manifestación se dio en Cali (500 km al suroeste de Bogotá), de donde eran oriundos los 11 diputados que murieron el pasado 18 de junio estando en poder de las FARC.
El gobernador del departamento del Valle, cuya capital es Cali, Argelino Garzón, ex presidente de la principal central obrera del país, reclamó a las FARC que informe de inmediato el lugar donde va a entregar los cadáveres.
Carolina, hija de Carlos Alberto Charry, uno de los diputados asesinados, culpó de la muerte de su padre a las FARC y a "la complicidad del gobierno nacional que fue inferior al compromiso de devolvernos a los rehenes", dijo.
En Medellín (400 km al noroeste de Bogotá), el sentimiento de la manifestación lo puso el cantante 'pop' Juanes, quien cerró la demostración con un concierto en el que interpretó la canción "Sueños de Libertad".