LONDRES.- Dos años después de los atentados suicidas en el metro de Londres, el primer ministro británico, Gordon Brown, pidió a los ciudadanos que se adapten a controles de seguridad más estrictos en vista de los nuevos peligros terroristas.
"Las personas tienen que aceptar que la seguridad en los lugares concurridos y en los aeropuertos tiene que reforzarse" y, tras los atentados frustrados en Londres y Glasgow la semana pasada, ya no hay forma de evitar los controles, dijo Brown hoy en una entrevista de la BBC.
El "premier" reconoció que las medidas adicionales de protección conllevan inconvenientes para la población; sin embargo, subrayó que resultan inevitables si se quiere garantizar la seguridad de la población.
"Debemos descartar la posibilidad de que esta gente emplee lugares repletos de personas para explosiones, y eso es muy, muy difícil", dijo Brown.
En Londres, mañana sábado el alcalde de la ciudad Ken Livingstone colocará coronas de flores en la estación de metro de Kings Cross para recordar a los 52 muertos de los atentados del 7 de julio en el 2005.
Para ese mismo día hay varios actos culturales y deportivos que atraerán a gran número de personas. La mayoría de visitantes acudirán al concierto Live Earth en el estadio de Wembley y se espera la presencia de más de 60.000 personas.
Además, miles de entusiastas del ciclismo acudirán al inicio del Tour de France en la capital británica, mientras que al norte de Londres, en Silverstone, se celebra un nuevo campeonato de la Fórmula 1.
Brown comentó además que la policía estima que con la detención de los ocho sospechosos se ha destruido a la célula terrorista responsable de los atentados fallidos de Londres y Glasgow.
El gobierno ya ha rebajado la alerta terrorista al segundo nivel, de "crítica" pasa a ser "seria".