BEIJING.- Un funcionario del Gobierno chino reconoció hoy que las reservas de uranio de su país sólo durarán hasta 2020 y que están manteniendo conversaciones con Sudáfrica y Australia para hacer frente a la demanda china.
Según informa hoy la agencia estatal Xinhua, Wang Zhongtang, funcionario de la Administración Estatal de Protección Ambiental (SEPA, en inglés), señaló que una encuesta reciente demuestra que las reservas nacionales de uranio pueden afrontar la demanda sólo hasta 2020.
A la vista de los resultados, Wang admitió que el mercado global de este combustible nuclear "es necesario para el desarrollo a largo plazo de la industria nuclear china".
El pasado mes de abril otro departamento gubernamental anunció la creación de una reserva estratégica de uranio que incluirá producto local e importado antes de 2010 con el fin de garantizar el suministro a su industria nuclear ante la subida mundial del uranio debido a su creciente demanda en el planeta.
El país asiático está manteniendo conversaciones con Sudáfrica y Australia para cooperar y desarrollar nuevos métodos más eficaces en el uso del uranio, admitió hoy Wang.
De hecho en enero China firmó un acuerdo con Australia (que cuenta con el 40 por ciento de las reservas mundiales de uranio) para que las compañías australianas puedan vender combustible a China para uso civil este mismo año, por lo que Australia tendrá que duplicar su producción para satisfacer al gigante asiático.
El ejecutivo comunista adoptó recientemente una estrategia para asegurar que la capacidad total nuclear instalada alcance los 40 millones de kilovatios en 2020, lo que supondría un 4 por ciento de la energía total del país.
En la actualidad China cuenta con 11 reactores repartidos en seis centrales nucleares con capacidad para generar 8,7 millones de kilovatios (en 2020 el número de reactores será de 40), lo que representa un 2,2 por ciento de las necesidades energéticas chinas.
Sin embargo, a finales de 2006 la capacidad instalada era de 6,85 millones de kilovatios, lo que supone un 1,1 por ciento de la capacidad energética total instalada del país asiático, y sus necesidades de uranio se cifran en 20.000 toneladas anuales.