LAHORE, Pakistán.- El clérigo que dirigía la resistencia en la Mezquita Roja de Islamabad, Abdul Rashid Ghazi, fue abatido por los soldados que hoy asaltaron las instalaciones, confirmó el Ministerio del Interior.
El secretario de Interior, Kamal Shah, dijo a la prensa en Islamabad que Abdul Rashid Ghazi murió en un tiroteo en el interior de un búnker de la Jamia Hafsa, la madrasa de mujeres contigua a la mezquita.
En la Jamia Hafsa, un edificio más grande y robusto que la propia mezquita, se habían atrincherado hoy los radicales que durante más de 15 horas han resistido el asalto de los comandos especiales del Ejército paquistaní.
Según una fuente de Interior que había citado la cadena de televisión Geo TV, el clérigo había sido herido horas antes cuando los comandos del Ejército también abatieron a su madre.
Finalmente localizado en un búnker de la escuela coránica, herido de bala en la pierna derecha, las tropas le dieron una última ocasión de rendirse antes de abatirlo, precisó Shah.
Al parecer, Abdul Rashid Ghazi había aceptado la oferta de rendición pero los seguidores que lo acompañaban en el búnker se lo impidieron abriendo fuego contra los comandos del Ejército.
En el tiroteo murieron tanto el clérigo como sus partidarios que se encontraban en el búnker.
El canal GEO TV afirmó que los enfrentamientos terminaron y que los numerosos cadáveres están siendo retirados del complejo de la mezquita, donde unos 100 militantes comandados por personas vinculadas a Al Qaeda retenían desde el 3 de julio pasado a entre 300 y 400 estudiantes. Los radicales exigían la imposición de la Shraia (ley islámica) en el país.
Las fuerzas de seguridad comenzaron a avanzar sobre la mezquita la pasada madrugada y los combates duraron hasta la tarde de hoy. Fuentes militares informaron que en las primeras horas murieron 50 extremistas y ocho soldados.
Según añadieron, fueron "liberados" unos 20 hombres y 30 mujeres. No está claro cuántas personas eran mantenidas como rehenes por los radicales -tal como afirma el gobierno- y cuántos estaban allí por su propia voluntad.
Horas antes de su muerte, Ghazi seguía desafiante. "Ésta es mi última posibilidad de decir algo y quisiera decir que luchamos con valor. Nos pidieron que nos rindiéramos, pero nos negamos a hacerlo", dijo Ghazi al canal de noticias Aaj.
"Nosotros moriremos, pero el pueblo se vengará de los gobernantes", agregó.