ROMA.- La Federación de las Iglesias Evangélicas en Italia y la Iglesia Valdese criticaron el documento hecho público hoy por el Vaticano, en el que reafirma que la Iglesia de Cristo es una y subsiste en la Católica, al considerar que es un "paso atrás" y considera a los protestantes cristianos de tercera clase.
"Es un vistoso paso atrás en las relaciones entre la Iglesia Romana y las otras comunidades cristianas", manifestó hoy el pastor Domenico Maselli, presidente de la Federación de Iglesias Evangélicas en Italia.
Maselli añadió que el documento repite lo ya dicho en la declaración vaticana "Dominus Iesus", de año 2000 (que señalaba que la única Iglesia de Cristo subsiste en la Católica) y que la "única novedad" es que el concepto "se reitera ahora con una claridad insólita".
El pastor protestante agregó que para la Santa Sede el único modo de lograr la unidad de los cristianos "sería entrar en la Iglesia Católica Romana".
A pesar de las críticas, Maselli se mostró a favor de proseguir con el diálogo ecuménico.
Para la Iglesia Valdese (protestante), el documento demuestra la "idea monopolista del cristianismo" que tiene la Iglesia Católica, una idea "que molesta y es difícil de digerir".
"Es un duro ataque a la identidad de los otros, una verdadera y propia negación", afirmó el teólogo valdese Paolo Ricca a los medios locales, precisando que el tratamiento que la Santa Sede da a las iglesias surgidas de la reforma es de "tercera categoría".
Según Ricca el documento "cierra definitivamente" las puertas que el Concilio Vaticano II "parecía haber abierto cuando decía que la Iglesia de Cristo subsiste en la Católica y no sólo es la Católica".
Las iglesias protestantes han criticado también que en el documento, el Vaticano sólo considere iglesia a las ortodoxas y a las surgidas de la reforma protestante en el siglo XVI les llame "comunidades cristianas".
Según el Vaticano, éstas no han conservado el sacramento del Orden, "un elemento constitutivo esencial de la Iglesia" y tampoco de manera "íntegra" la Eucaristía.
Lo anterior les impide, según el Vaticano ser consideradas iglesias, aunque Roma si les reconoce "elementos de santificación y verdad, que tienen un valor salvador".
El secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), que es la ha preparado el texto, el arzobispo Antonio Amato, manifestó hoy a Radio Vaticano que la "herida" con las iglesias protestantes es más profunda que la abierta con las ortodoxas.
Amato reiteró que las protestantes, al contrario que las ortodoxas, no han mantenido el sacramento del Orden y debido a la falta del sacerdocio ministerial a esas comunidades no han conservado "la genuina e íntegra sustancia del ministerio Eucarístico".