MOSCÚ.- Las tormentas magnéticas que afectan a la Tierra contribuyen al aumento de las muertes por infarto, revelaron hoy científicos del Centro de Investigaciones del Cosmos (IKI) y del Instituto de Ionosfera y Magnetismo Terrestre de Rusia (Izmiran).
"El principal blanco de las tormentas magnéticas es el corazón y el sistema cardiovascular, aunque el efecto de este fenómeno natural en el organismo humano es muy amplio y no siempre negativo", aseguró Yuri Zaitsev, experto del IKI a la agencia Interfax.
Recordó que el organismo humano en mayor o en menor medida es sensible a los campos magnéticos y que muchas personas con determinadas enfermedades crónicas o de avanzada edad sufren recaídas de salud cuando las tormentas magnéticas afectan a la Tierra.
A consecuencia de explosiones que ocurren en la corona solar, las tormentas magnéticas se manifiestan como potentes e intensos flujos de partículas ionizadas que alcanzan la Tierra.
En condiciones normales, ese flujo pasa desapercibido, pero cuando su intensidad es muy alta (por las explosiones) altera el campo magnético terrestre (tormenta) con efectos en los organismos vivos y el entorno.
En la mayoría de los casos, las tormentas magnéticas afectan al ritmo cardíaco, la circulación de la sangre, sobre todo en los capilares, altera la presión arterial y modifica el nivel de la adrenalina.
Micropulsaciones
Según Zaitsev, los científicos rusos establecieron que los efectos nocivos para el organismo humano tienen relación con las denominadas micropulsaciones del campo geomagnético, sobre todo cuando su frecuencia coincide o se aproxima a la frecuencia de los latidos del corazón.
Las micropulsaciones se registran en un 50% de las tormentas magnéticas y la mayoría de los casos en su fase preliminar, cuando el campo geomagnético todavía no está muy alterado.
Explicó que bajo la afectación de campos magnéticos de frecuencias bajas a los enfermos cardíacos se les desestabiliza el ritmo cardíaco y, en consecuencia, aumenta el riesgo de que se produzca un infarto o muerte súbita por arritmia.
Observaciones hechas en Moscú durante tormentas magnéticas con micropulsaciones registraron incrementos de hasta el 13 por ciento en el número promedio de infartos de miocardio y un 7,5 por ciento de los casos de derrame cerebral.
"Puede ser una pista para explicar por qué aumentan las muertes por motivos cardíacos o circulatorios en vísperas de las tormentas magnéticas", subrayó Zaitsev.
Afirmó que actualmente hay recursos técnicos para minimizar el riesgo de las tormentas magnéticas si se destinan flotillas de satélites para controlar los cambios del flujo solar y las alteraciones que éstos puedan producir en el campo magnético terrestre.
"Se trata de crear un sistema de alerta temprana sobre las emanaciones solares y sus efectos en la Tierra, que son muy amplios", subrayó.
Recordó que, además de los efectos en los seres humanos, las tormentas magnéticas provocan las auroras boreales, entorpecen las trasmisiones de radio y afectan al funcionamiento de los satélites, redes eléctricas, sistemas de navegación, oleoductos y el transporte ferroviario.