LONDRES.- Medios británicos aseguran hoy que el príncipe Harry de Inglaterra sufre mucho cuando le hacen bromas sobre su cabello rojizo.
Al parecer, padece tanto, que incluso manifiesta a veces su deseo de recibir asistencia psicológica.
Así lo comentó hace poco en una conversación con una niña de 14 años en el concierto en memoria de su madre, la princesa Diana de Gales, informó el "Daily Mirror".
La pequeña, llamada Maxine, fue distinguida con un premio en nombre de Diana en el marco del evento por su lucha a favor de los niños que son maltratados por otros.
El príncipe Harry le dijo que él también necesita a veces consuelo y asistencia, porque recibe burlas constantes por ser pelirrojo.
Harry, de 22 años, no lo dijo en broma, comentó el diario. De niño, padeció mucho a causa de las burlas. Su propia madre lo bautizó con el apodo de "Ginger" ("Pelirrojo") por el color de su cabello.
Y en el Ejército sus compañeros lo llamaban "Ginger Bullet Magnet" ("Imán pelirrojo para balas") en referencia a que en las intervenciones podía ser reconocido por el enemigo a causa del color de su cabello.
Según la escritora Charlotte Rushton, que escribió un libro sobre los sufrimientos de los pelirrojos, el cabello rojo es considerado en Gran Bretaña muchas veces como un estigma. Son muchos los que "fueron tan humillados que se tiñieron de rubio", dice.
Claro que no puede ser tan terrible la situación de Harry, según el "Daily Mirror", si el príncipe permite que su rubia novia Chelsy Davy, de 21 años, lo llame cariñosamente "Big Ginger".