ISLAMABAD.- Las tropas paquistaníes tomaron hoy el control total de la Mezquita Roja en Islamabad y mataron a los últimos islamistas que presentaban resistencia, tras dos días de enfrentamientos que dejaron más de 60 muertos, anunció el Ejército.
Las fuerzas de seguridad paquistaníes mataron al último puñado de irreductibles que se habían atrincherado en túneles fortificados cavados bajo la zona residencial del lugar de culto. El Ejército había dado el asalto ayer antes de las 05:00 horas locales (00:00 horas GMT).
En cuanto cesaron los combates, los miembros de las fuerzas de seguridad comenzaron a registrar la zona en busca de granadas que no hubiesen estallado y de eventuales minas, en la mezquita y en una escuela religiosa de niñas adyacente.
"La primera etapa destinada a limpiar la zona de los militantes ha terminado", declaró el general de división Waheed Arshad, portavoz del Ejército. "La segunda etapa, destinada a registrar la zona y a sacar las granadas que no estallaron y los artefactos explosivos, está en marcha. Los cadáveres serán reunidos y llevados", añadió.
El Presidente de Pakistán, el general Pervez Musharraf, había ordenado el asalto después del fracaso de las negociaciones con el jefe de los irreductibles, Abdul Rashid Ghazi, para permitir que pudieran salir las mujeres y los niños que los islamistas estaban acusados de retener como rehenes.
La ofensiva costó la vida a más de 60 personas, inclyendo a Abdul Rashid Ghazi, muerto durante un tiroteo entre militantes y las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, el balance exacto recién será conocido cuando el complejo haya sido limpiado, subrayó el portavoz militar. El general Arshad indicó que al menos 53 islamistas murieron. El Ejército señaló la muerte de nueve soldados.
El Ejército paquistaní había indicado ayer que avanzaba muy lentamente para evitar un baño de sangre. En esos momentos se creía que los radicales retenían como rehenes a "cientos" de estudiantes de las escuelas coránicas, incluyendo a mujeres y niños.
Unos 60 niños y mujeres salieron del edificio después de que comenzó el asalto.
Responsables que pidieron el anonimato afirmaron que muchos de ellos estaban hospitalizados.
Antes del ataque, las autoridades habían acusado a unos 100 radicales, algunos de los cuales estaban vinculados a Al Qaeda, de retener a entre 300 y 400 personas. Pero a medida que el Ejército avanzaba en el complejo, los responsables comenzaron a reconocer que en realidad podría haber menos niños y mujeres de lo que se temía inicialmente.
La enérgica resistencia de los ocupantes de la Mezquita Roja, en pleno centro de la capital paquistaní y cerca del barrio de las embajadas, representó un desafío sin precedentes para el Presidente Pervez Musharraf, aliado de Estados Unidos en "la guerra contra el terrorismo".
El general Musharraf se dirigirá mañana a la nación para presentar "una nueva estrategia destinada a combatir al extremismo y al terrorismo", indicó un consejero presidencial.
La opositora en el exilio Benazir Bhutto, ex Primera Ministra paquistaní, se refirió al "espectro de una toma de poder islamista en Pakistán". "El sitio a la Mezquita Roja muestra hasta qué punto algunas partes de Pakistán se han vuelto peligrosas", reveló Bhutto a la televisión británica.
Analistas subrayaron el peligro de una escalada luego del "martirio" de los radicales muertos en la mezquita. El nivel de alerta fue aumentado por temor a eventuales atentados suicidas.